Un devastador «río atmosférico» ha azotado la provincia de Columbia Británica, Canadá, trayendo consigo intensas lluvias, inundaciones masivas y cortes de energía generalizados que han afectado a decenas de miles de residentes. La tormenta, que se considera una de las más intensas de los últimos años, ha provocado la evacuación de comunidades enteras, el cierre de carreteras y una creciente preocupación por los impactos a largo plazo en la infraestructura y el medio ambiente.
Un «río atmosférico» es un fenómeno meteorológico en el que las corrientes de aire transportan grandes cantidades de vapor de agua desde los océanos hacia el continente. Cuando estas corrientes se encuentran con las montañas de la costa oeste de América del Norte, se condensan y provocan lluvias intensas y prolongadas. Aunque estos eventos no son infrecuentes en la región del Pacífico noroccidental, la magnitud de la tormenta actual ha sorprendido tanto a meteorólogos como a autoridades locales.
Los meteorólogos han advertido que este sistema podría arrojar más de 200 milímetros de lluvia en algunas áreas, lo que representa una cantidad equivalente a un mes de precipitaciones en solo unos pocos días. Las lluvias torrenciales, combinadas con los fuertes vientos que superan los 90 km/h en ciertas zonas, han creado condiciones caóticas a lo largo de la provincia.
El impacto del río atmosférico se ha sentido especialmente en el suministro eléctrico. BC Hydro, la principal empresa de servicios públicos de la provincia, informó que más de 120,000 hogares y negocios han sufrido cortes de energía en el sur y centro de la provincia. Los equipos de emergencia trabajan incansablemente para restaurar el servicio, pero el mal tiempo y los daños extensos a las líneas eléctricas y la infraestructura están retrasando los esfuerzos.
En áreas rurales y comunidades montañosas, los cortes de electricidad han aislado a muchos residentes, quienes ahora enfrentan condiciones extremadamente difíciles, sin acceso a servicios esenciales como calefacción o agua potable. Las autoridades han advertido que algunas comunidades podrían estar sin electricidad durante varios días.
«La restauración del suministro eléctrico es nuestra prioridad, pero con tantas áreas afectadas y el mal clima persistente, enfrentamos grandes desafíos logísticos», comentó un portavoz de BC Hydro en una conferencia de prensa. «Pedimos paciencia a los residentes mientras nuestros equipos trabajan las 24 horas para reparar los daños».
El Servicio de Emergencias de Columbia Británica ha emitido órdenes de evacuación para varias comunidades ubicadas en áreas de alto riesgo de inundaciones, incluidas partes de Abbotsford, Chilliwack y Mission, que ya enfrentaron inundaciones devastadoras en 2021 debido a un río atmosférico similar. Las carreteras principales, incluidos tramos de la autopista Trans-Canadá, han sido cerradas debido a deslizamientos de tierra e inundaciones, lo que ha dejado a muchos conductores varados.
«La situación es grave», afirmó el ministro de Seguridad Pública de Columbia Británica. «Estamos monitoreando de cerca las áreas más afectadas y trabajando para garantizar la seguridad de todos los ciudadanos. Sin embargo, instamos a las personas en zonas propensas a inundaciones a que sigan las órdenes de evacuación sin demora».
En algunas áreas, los ríos han superado los niveles máximos de contención, lo que ha resultado en la inundación de casas, granjas y negocios. Las imágenes de las zonas afectadas muestran calles sumergidas, vehículos arrastrados por las aguas y cultivos agrícolas bajo el agua. Se espera que el nivel del agua siga subiendo en las próximas 48 horas, lo que podría empeorar la situación para los residentes que aún no han evacuado.
El río atmosférico también ha causado estragos en la infraestructura de transporte de Columbia Británica. La autopista Coquihalla, una de las principales rutas que conectan el interior de la provincia con la costa, ha sido cerrada en varios tramos debido a deslizamientos de tierra y carreteras colapsadas. Las autoridades han advertido que la reparación de estas rutas podría llevar semanas, afectando el transporte de mercancías y aislando temporalmente a comunidades del interior.
Los puertos de Vancouver, una de las principales puertas de entrada para el comercio internacional de Canadá, también han experimentado interrupciones en sus operaciones debido a las condiciones meteorológicas. Las fuertes lluvias y los vientos han dificultado la carga y descarga de contenedores, lo que podría tener un impacto en la cadena de suministro tanto a nivel local como nacional.
El transporte aéreo tampoco ha sido inmune al impacto de la tormenta. Varios vuelos han sido cancelados o retrasados en el Aeropuerto Internacional de Vancouver debido a las condiciones climáticas, lo que ha dejado a cientos de pasajeros varados. Las aerolíneas han emitido alertas de viaje, instando a los pasajeros a verificar el estado de sus vuelos antes de dirigirse al aeropuerto.
El gobierno provincial ha activado todos los recursos disponibles para hacer frente a la emergencia. Equipos de rescate, la Real Policía Montada de Canadá (RCMP) y voluntarios de organizaciones comunitarias han sido desplegados para ayudar en las operaciones de evacuación y proporcionar asistencia a las comunidades afectadas. Asimismo, las autoridades están coordinando con el gobierno federal para movilizar apoyo adicional, incluidos fondos de emergencia y recursos militares, si fuera necesario.
El primer ministro de Columbia Británica, en una declaración oficial, expresó su solidaridad con las comunidades afectadas y agradeció el esfuerzo de los equipos de rescate. «Este es un momento difícil para nuestra provincia, pero hemos enfrentado desafíos antes y los superaremos juntos. Mi agradecimiento a todos los trabajadores de emergencia y voluntarios que están trabajando incansablemente para mantener a la gente segura».
Además, las autoridades están instando a los residentes a mantenerse informados a través de los canales oficiales y evitar desplazamientos innecesarios en las áreas afectadas. El Servicio Meteorológico de Canadá ha extendido las alertas de tormenta hasta el fin de semana, con la expectativa de que las lluvias continúen hasta el domingo.
Los científicos y activistas medioambientales han aprovechado esta tormenta para subrayar la creciente frecuencia e intensidad de los eventos climáticos extremos, vinculándolos directamente con el cambio climático. Los ríos atmosféricos, aunque fenómenos naturales, parecen estar ocurriendo con mayor regularidad y severidad en los últimos años, un patrón que muchos atribuyen al calentamiento global.
«El cambio climático está exacerbando los patrones meteorológicos, lo que conduce a eventos más extremos como este», afirmó un climatólogo de la Universidad de Columbia Británica. «Los gobiernos deben tomar medidas serias para mitigar estos impactos, no solo a través de la reducción de emisiones de carbono, sino también mediante el fortalecimiento de la infraestructura crítica para hacer frente a desastres naturales».
Con la tormenta aún en curso y más lluvias previstas, la situación en la Columbia Británica sigue siendo crítica. Las autoridades continúan trabajando para responder a la emergencia, pero los desafíos que plantea este evento subrayan la vulnerabilidad de la provincia ante fenómenos meteorológicos extremos. Las próximas 48 horas serán decisivas para evaluar el alcance total de los daños y las medidas necesarias para la recuperación.
La comunidad espera que, una vez más, la resiliencia y solidaridad de los residentes de la Columbia Británica los ayuden a superar esta difícil prueba. Sin embargo, queda claro que los eventos climáticos extremos como este seguirán representando una amenaza en los años venideros, exigiendo una mayor preparación y acción tanto a nivel local como global.