
THE LATIN VOX (6 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En medio de una crisis de liderazgo, financiamiento y representación parlamentaria, el Nuevo Partido Democrático (NDP) de Canadá enfrenta un llamado inédito desde sus propias bases.
Un grupo autodenominado Reclaim Canada’s NDP, compuesto por organizadores de base y exparlamentarios, ha instado públicamente a los simpatizantes a dejar de donar al partido central y, en su lugar, apoyar directamente a las asociaciones locales de distritos electorales.
“El NDP se ha vuelto una opción política que muchos canadienses sienten fuera de su alcance”, dijo el grupo en un comunicado difundido el sábado, apuntando directamente a la dirección nacional tras los pésimos resultados en las elecciones federales de abril.
Una elección desastrosa
El colapso electoral del NDP fue profundo. Con solo siete escaños ganados —cinco menos del mínimo requerido para ser reconocido como partido oficial en la Cámara de los Comunes—, la formación ha perdido financiamiento clave, incluyendo recursos para la oficina del líder y su unidad de investigación.
Además, menos de 50 de los 343 distritos lograron superar el umbral mínimo del 10% de los votos, necesario para recibir reembolsos de campaña de parte de Elections Canada.
“Millones de canadienses representados históricamente por el NDP enfrentarán ahora mayores obstáculos para ser escuchados en procesos electorales futuros”, advirtió Ji Won Jung, portavoz del grupo.
¿Rebelión o reconstrucción?
Reclaim Canada’s NDP argumenta que esta crisis no es simplemente financiera, sino estructural. Según el grupo, centralizar los recursos en la administración nacional ha resultado en decisiones poco transparentes y desconectadas de las necesidades reales de los organizadores comunitarios.
Por eso, proponen una estrategia: convencer entre 5% y 10% de los donantes regulares del partido a redirigir sus contribuciones mensuales hacia asociaciones locales. En su sitio web, ofrecen incluso una plantilla de correo para informar al partido de este cambio, indicando que volverán a donar al órgano central solo “cuando recupere la confianza de su base y de la clase trabajadora”.
Controversias internas
La presión no solo viene desde las bases. En mayo, las diputadas del NDP Leah Gazan, Lori Idlout y Jenny Kwan firmaron una carta cuestionando la designación de Don Davies como líder interino, alegando que el proceso careció de transparencia y principios democráticos. Las acusaciones se suman a una creciente percepción de desconexión entre la dirigencia del partido y su militancia tradicional.
Un momento crucial
Pese al clima de tensión, algunas voces dentro del partido insisten en que esta situación es una oportunidad para reconstruir desde abajo.
Rachel Blaney, exdiputada del NDP por Columbia Británica, señaló que “todo movimiento atraviesa momentos difíciles” y que el liderazgo futuro debe reconocer la importancia del compromiso desde las bases. “No veo esto como una división. Es una conversación necesaria sobre cómo reconstruirnos después de una derrota tan significativa.”
¿Unidad en la diversidad?
Aunque el nombre del grupo —Reclaim Canada’s NDP— sugiere ruptura, Jung enfatizó que su intención no es dividir, sino fortalecer. “Nuestro mensaje a los canadienses y a todos los Nuevos Demócratas es claro: estamos unidos. Luchamos por lo mismo: un futuro más justo para todos los canadienses.”
En momentos en que los partidos tradicionales en todo el mundo enfrentan presiones internas y pérdida de confianza, el caso del NDP canadiense representa una historia en desarrollo sobre democracia interna, poder desde las bases y los desafíos de mantener la coherencia progresista en tiempos turbulentos.
Crédito fotográfico: DARRYL DYCK | THE CANADIAN PRESS