Crisis respiratoria de Papa Francisco: un repentino empeoramiento en su salud y el futuro incierto de su recuperación

To shared

THE LATIN VOX (1 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

El Papa Francisco, de 88 años, ha sufrido una repentina crisis respiratoria que ha agudizado su estado de salud, lo que ha generado preocupación en el Vaticano y en los fieles de todo el mundo.

El incidente ocurrió el pasado viernes por la tarde, después de que el pontífice pasara la mañana alternando entre ejercicios respiratorios y oraciones en la capilla del hospital Gemelli en Roma, donde lleva dos semanas luchando contra una neumonía.

Según un comunicado oficial del Vaticano, el Papa experimentó una crisis respiratoria aislada que provocó vómitos y la posterior inhalación del contenido, lo que contribuyó al “empeoramiento repentino” de su condición respiratoria.

Ante esta situación, los médicos del pontífice le administraron ventilación mecánica no invasiva, una intervención a la que el Papa respondió de manera positiva. Afortunadamente, el pontífice permanece alerta y orientado, aunque su pronóstico sigue siendo reservado.

Este episodio llega después de un breve período de “ligeras” mejorías en su salud, lo que había dado a entender que su situación ya no se encontraba en un estado crítico. Sin embargo, la súbita crisis respiratoria ha dejado en evidencia lo delicado de su situación médica, lo que obliga a los médicos a observar y evaluar con cautela su recuperación en las siguientes 24 a 48 horas.

Un repaso a su estado de salud reciente

La salud del Papa Francisco ha sido un tema de atención en los últimos años, especialmente debido a su envejecimiento y a sus complicaciones físicas. En 2023, Francisco fue hospitalizado por una neumonía y, en 2021, se sometió a una operación de colon. Además, las molestias derivadas de problemas en el nervio ciático y sus dificultades de movilidad, que lo han llevado a usar una silla de ruedas o un bastón en diversas ocasiones, también han sido notorias en su agenda pública.

En cuanto a su neumonía actual, los resultados de una tomografía computarizada realizada el miércoles mostraron una “evolución normal” de la inflamación en sus pulmones. Además, la insuficiencia renal leve que le fue diagnosticada el domingo pasado se ha resuelto. No obstante, la incertidumbre persiste, pues aún no está claro cuánto tiempo más permanecerá hospitalizado.

El Vaticano había anunciado previamente que el Papa Francisco no liderará el servicio religioso del 5 de marzo, fecha que marca el inicio de la Cuaresma. Esta ausencia en un evento de tal importancia subraya lo crítica que sigue siendo su salud, a pesar de los avances reportados en su tratamiento.

La reacción de los fieles y el mundo católico

La noticia del empeoramiento repentino de la salud del Papa ha generado una ola de oración y apoyo desde diferentes rincones del mundo. En la Basílica de San Pedro, en Roma, continúan realizándose vigilias nocturnas por la salud del pontífice, al igual que en ciudades y pueblos de Italia y otros países. En las afueras del hospital Gemelli, también se han reunido muchos fieles que rezan por su pronta recuperación.

El hospital Gemelli, que ha sido durante años la institución médica preferida de los papas, se ha convertido en un lugar de constante vigilia, mientras el Papa Francisco sigue luchando por su vida. La fuerte conexión entre el pontífice y sus seguidores se ha hecho más evidente que nunca, con miles de personas que siguen de cerca cada actualización sobre su estado de salud.

El futuro del Papa Francisco

A pesar de los desafíos de salud que ha enfrentado en los últimos años, el Papa Francisco ha mantenido un ritmo de trabajo intensivo, especialmente relacionado con el Jubileo de la Iglesia Católica. Su inquebrantable dedicación a su rol como líder espiritual, incluso en medio de sus problemas de salud, es un testimonio de su resiliencia y de su profundo compromiso con su misión.

Sin embargo, la incertidumbre sobre su recuperación y los nuevos retos que su salud plantea podrían llevar a la Iglesia Católica a contemplar un futuro en el que el Papa Francisco podría necesitar reducir su carga de trabajo o incluso delegar algunas de sus funciones a colaboradores cercanos.

La preocupación por su bienestar también abre el debate sobre cómo la Iglesia Católica se preparará para un posible cambio en el liderazgo, dado que el Papa Francisco, al igual que sus predecesores, ha tenido un papel fundamental en la dirección de la institución en la era contemporánea.

El Papa Francisco sigue siendo una figura clave en la Iglesia Católica, no solo por sus mensajes de misericordia y justicia, sino por su esfuerzo por mantener la unidad y la paz en tiempos de crisis global. Los próximos días serán cruciales para determinar cómo su salud afectará su capacidad para liderar, pero mientras tanto, el mundo continúa rezando por su pronta recuperación.

Crédito fotográfico: Fabio Frustaci/EPA


To shared