Danielle Smith plantea reabrir la Constitución de Canadá en un contexto de tensión política en Alberta

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THE LATIN VOX (16 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La primera ministra de Alberta, Danielle Smith, ha puesto sobre la mesa una propuesta que promete agitar el panorama político canadiense: convocar a los primeros ministros provinciales para discutir la posibilidad de reabrir la Constitución de Canadá.

Durante un evento público celebrado en Red Deer, en el marco del panel “Alberta Next”, Smith sugirió que hay un “apetito real” para revisar aspectos fundamentales del pacto constitucional que, según ella, limitan el potencial de la provincia.

“No se trata de una simple conversación política”, afirmó Smith. “Hay cuestiones estructurales que deben corregirse. Es momento de hablar sobre ellas, aunque sepamos que reabrir la Constitución implica riesgos.”

Desde el fallido Acuerdo de Charlottetown en 1992, Canadá no ha entrado en negociaciones constitucionales formales. En aquella ocasión, el intento de sumar a Quebec al marco constitucional de 1982 terminó en fracaso, marcando el fin de una era de grandes reformas federales.

Smith reconoce que cualquier intento actual podría derivar en demandas de otras provincias que no coincidan con los intereses de Alberta.

Una agenda autonómica con sabor separatista

La reunión de Red Deer congregó a unas 400 personas y fue la primera de una serie de consultas públicas que recorrerán la provincia. Se discutieron temas como la creación de una policía provincial, el diseño de un sistema de pensiones propio —independiente del Plan de Pensiones de Canadá (CPP)— y un mayor control provincial sobre la recaudación fiscal.

También se abordaron polémicas propuestas sobre cambiar el sistema de transferencias federales, especialmente los fondos de ecualización, y limitar ciertos beneficios sociales para inmigrantes.

A través de encuestas improvisadas durante el evento, el 80 % de los asistentes se mostraron a favor tanto de una policía provincial como de un plan de pensiones propio.

Sin embargo, voces disidentes también se hicieron sentir, acusando al gobierno de presentar una narrativa sesgada que culpa a Ottawa de todos los problemas provinciales, sin ofrecer información clara sobre los costos de implementar tales políticas.

¿Separatismo en ascenso?

Algunos asistentes no se conforman con reformas: quieren la separación de Alberta del resto de Canadá. Wade Collinge, residente de Sylvan Lake y miembro del movimiento separatista Alberta Prosperity Project, aseguró que “la igualdad para el oeste solo será posible si reabrimos la Constitución, algo prácticamente imposible. Por eso, debemos considerar la independencia”.

Otros, como Bill Tompkins de Rocky Mountain House, respaldan la idea de un estado provincial más fuerte y autónomo. “El gobierno federal se mete demasiado. Nos da dinero con condiciones, y eso es chantaje político”, dijo.

No faltaron las referencias a Quebec como modelo de autonomía. Varios asistentes sugirieron que Alberta siga el ejemplo quebequense: usar la amenaza de un referéndum de independencia como herramienta de presión para lograr más poder y recursos.

Voces críticas: derechos indígenas y prioridades desatendidas

Fuera del recinto, un pequeño grupo de manifestantes también expresó su preocupación. Cassidy Simone denunció que las discusiones sobre separación ignoran los derechos de los pueblos indígenas y el proceso de reconciliación en curso. “No se puede hablar de la autodeterminación de Alberta sin considerar primero los derechos ancestrales de quienes estuvieron aquí mucho antes”, declaró.

Heather Plaizier, residente de Sundre, protestaba con un cartel que decía: “Las políticas del UCP dañan el agua, la fauna y a las personas”. Aseguró no haber podido conseguir entrada para asistir al evento, y criticó el proceso de consulta como poco transparente. “Siento que ya tienen una agenda decidida. Lo que digamos aquí no importa”, comentó.

Un momento político delicado

La propuesta de reabrir la Constitución llega en un momento complejo para el gobierno de Smith. Críticas por la gestión del sistema de salud, denuncias sobre contratos irregulares, y un aumento alarmante de casos de sarampión han debilitado la imagen del Ejecutivo. Algunos, como Dave Travers de Red Deer, ven estas iniciativas como distracciones políticas.

“Smith ni siquiera puede arreglar los problemas básicos de la provincia. Está queriendo reformar el país cuando su propia casa está hecha un desastre”, afirmó Travers tras el evento.

La gira de consultas continuará esta semana en Edmonton y llegará próximamente a ciudades clave como Fort McMurray, Medicine Hat, Calgary y Grande Prairie.

¿Reforma o ruptura?

Danielle Smith ha abierto una puerta que muchos pensaban cerrada desde hace más de tres décadas. La posibilidad de reabrir la Constitución canadiense podría reconfigurar la relación entre provincias y con el gobierno federal, pero también podría avivar tensiones separatistas y crear nuevas divisiones nacionales. En este delicado equilibrio entre reforma y ruptura, el futuro político de Alberta —y quizás de todo Canadá— está una vez más en juego.

Crédito fotográfico: Jeff McIntosh/ The Canadian Press


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