En el presupuesto de Alberta para 2024, se ha generado un intenso debate en torno a la nueva tasa anual de $200 impuesta a los propietarios de vehículos eléctricos (VE). A partir del 1 de enero de 2025, los dueños de VE deberán desembolsar esta cantidad, mientras que los vehículos híbridos quedan exentos. La medida se justifica como una forma de financiar el mantenimiento de las carreteras, ya que los VE no pagan impuestos sobre el combustible. Sin embargo, las asociaciones de VE en la provincia han expresado preocupaciones sobre la equidad de esta decisión.
El gobierno de Alberta argumenta que la tasa es equivalente a lo que los conductores de vehículos de combustión interna pagan anualmente en impuestos sobre el combustible. Además, señala que los VE, en promedio, son más pesados que los vehículos de combustión, lo que provoca un mayor desgaste en las carreteras sin contribuir al impuesto sobre el combustible. La disminución de los ingresos por este impuesto debido al aumento en la adopción de VE también ha sido un factor considerado.
La vicepresidenta del Club de Propietarios de Tesla de Alberta, Angie Dean, afirma que los conductores de VE no buscan evadir responsabilidades, sino que desean una explicación más clara sobre cómo se llegó a esta decisión. Sugiere que sería más sensato implementar la tasa gradualmente a medida que aumente la adopción de VE en la provincia. Además, Dean considera que la tasa actúa como un desincentivo para los compradores potenciales, especialmente cuando el gobierno federal busca que el 100% de las ventas de vehículos sean de emisión cero para 2035.
La nueva tasa de $200 para los VE en Alberta ha generado controversia y cuestionamientos sobre su equidad y su impacto en la adopción de vehículos eléctricos.