El ex presidente Donald Trump ha realizado afirmaciones falsas al declarar que no se le permite apelar una sentencia de fraude civil a menos que deposite una gran cantidad de dinero. Sin embargo, las verificaciones de hechos han revelado que estas afirmaciones son completamente infundadas.
Trump ha acusado sin fundamento al juez Arthur Engoron y a la fiscal general de Nueva York, Letitia James, de corrupción, y ha afirmado que se le está pidiendo que deposite “cantidades masivas de dinero antes de que se me permita apelar la ridícula decisión. Nunca antes hecho”. Además, sostuvo que Engoron “quiere que deposite Cientos de Millones de Dólares por el Derecho a Apelar su ridícula decisión” y que «Engoron quiere que deposite la ridícula multa (¡NO HICE NADA MALO!) antes de tener la oportunidad de Apelar su loco fallo – ¡Una primicia!».
Sin embargo, la realidad es que Trump tiene permitido apelar la decisión de Engoron sin depositar dinero alguno. De hecho, ya está en proceso de apelación; presentó su aviso de apelación en febrero, el primer día hábil después de que Engoron oficializara su fallo. Lo que realmente se le requiere a Trump es depositar efectivo o una fianza por el monto total del fallo para asegurar una suspensión que evitaría que James cobre durante el proceso de apelación, lo cual no es “una primicia” ni algo “nunca antes hecho”. Este requisito está establecido por la ley de Nueva York y se aplica regularmente en casos civiles en el estado.
La oficina de la fiscal general Letitia James ha instado a la corte de apelaciones estatal a ignorar el argumento de Trump de que es imposible obtener una fianza para el caso de fraude civil, rechazando su afirmación de que no puede encontrar una compañía de seguros que respalde su fianza de $464 millones.