Discusiones en Ontario sobre la reducción de cargos por conducción ebria

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Los jefes de policía de Ontario están en conversaciones con el gobierno de Ford respecto a una política implementada durante la pandemia que permite a los conductores sospechosos de conducir bajo la influencia del alcohol reducir sus cargos y evitar antecedentes penales. Esta directiva, emitida por el fiscal general durante la COVID-19, tenía como objetivo disminuir la carga de trabajo en el sistema de justicia penal ofreciendo acuerdos de culpabilidad en casos de conducción ebria no graves.

Como resultado, los conductores sin factores agravantes, como causar daño corporal, podrían declararse culpables de infracciones no penales según la Ley de Tráfico de Carreteras para eludir un juicio penal y una posible condena. Aunque otras restricciones pandémicas se han levantado, la opción de reducir los cargos por conducir ebrio sigue vigente en Ontario debido a la persistencia de retrasos en los tribunales.

El gobierno sostiene que mantener esta política permite a los fiscales concentrarse en delitos violentos y agresiones sexuales. Sin embargo, la efectividad de esta medida ha estado en discusión con los jefes de policía de Ontario desde el inicio de la pandemia. La Asociación de Jefes de Policía de Ontario inició conversaciones con el gobierno de Ford en 2020 para “garantizar la entrega de justicia para todos los involucrados en estos tipos de casos”.

Un portavoz informó que han estado discutiendo regularmente cuestiones relacionadas con la gestión efectiva de casos legales de conducción ebria. “Estamos en discusiones con el Ministerio del Fiscal General sobre este asunto. Como estas discusiones están en curso, no estamos en posición de abordar el problema”, dijo el portavoz.

Por otro lado, políticos de la oposición han criticado al gobierno de Ford, instándolo a eliminar la política, sugiriendo que equivale a un “golpecito en la muñeca” para los presuntos conductores ebrios. Kristyn Wong-Tam, crítica del fiscal general del NDP, señaló que, aunque los conductores sospechosos de estar ebrios pueden estar recibiendo sentencias más leves, miles de casos de agresión sexual aún se están desechando debido a retrasos en los tribunales.


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