Una doctora de Manitoba ha sido acusada de estafar a otro médico al fingir tener cáncer y mentir ante el colegio profesional. Monica Kehar, quien fue expulsada del programa de residencia de la Universidad de Manitoba en 2020, fabricó pruebas de una condición médica grave que en realidad no existía.
A pesar de su expulsión, Kehar se mudó a Columbia Británica y fundó una empresa de estimulación muscular eléctrica, aunque no está autorizada para ejercer la medicina en Canadá. Curiosamente, bajo el sistema regulador médico de Canadá, se le permite llamarse a sí misma MD o doctora, siempre y cuando no brinde atención médica ni insinúe que está autorizada para ejercer la medicina.
La doctora Meaghan Labine, quien prestó más de $160,000 a Kehar, ha estado luchando por recuperar su dinero y llevar a su antigua amiga ante la justicia. Labine se sintió engañada cuando descubrió que el cáncer de Kehar era falso y ha estado buscándola activamente desde entonces. Este caso destaca la importancia de la integridad y la confianza en la profesión médica, y la necesidad de regulaciones más estrictas para evitar situaciones como esta.