
En medio de la creciente incertidumbre comercial entre Canadá y Estados Unidos, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, ha reiterado que la provincia está lista para tomar medidas de represalia en caso de que el gobierno estadounidense imponga nuevos aranceles. Entre estas medidas, Ford destacó la posibilidad de cancelar un contrato de 100 millones de dólares con Starlink, la empresa de telecomunicaciones de Elon Musk, como una forma de respuesta a la agresión económica estadounidense.
El líder ontariano hizo estas declaraciones en una entrevista con CNN el jueves, cuando se le preguntó sobre la reacción de Musk a la amenaza de represalias comerciales. A principios de la semana, el magnate había respondido con un despreocupado «Oh well» en redes sociales, minimizando la posible cancelación del contrato.
Ford, quien se encuentra en plena campaña electoral en Ontario, ha adoptado una postura firme respecto a las políticas comerciales de Estados Unidos, argumentando que no puede apoyar a quienes «están decididos a destruir nuestra provincia, quitarle la comida a la gente de la mesa y arruinar nuestra economía».
El lunes, el líder conservador anunció que Ontario suspendería el contrato con Starlink y dejaría de hacer negocios con empresas estadounidenses si Washington seguía adelante con la imposición de un arancel del 25% sobre la mayoría de los bienes canadienses. Sin embargo, ese mismo día, la implementación de los aranceles fue postergada hasta al menos el 1 de marzo tras una negociación de última hora, lo que llevó a Ford a «pausar» las medidas de represalia.
A pesar de esta tregua temporal, el primer ministro provincial insistió en que Ontario está preparado para responder si el presidente Donald Trump sigue adelante con la implementación de los aranceles.
En su entrevista con CNN, Ford también refutó la reciente afirmación de Trump de que Estados Unidos no necesita importar petróleo, gas, automóviles o madera de Canadá. El líder ontariano destacó la fuerte interdependencia de las economías de ambos países y la importancia del comercio bilateral.
«Respetuosamente, no estoy de acuerdo. Compramos tantos autos como los que vendemos a EE.UU. El sector automotriz está tan integrado que las piezas cruzan la frontera hasta ocho veces antes de que un vehículo esté terminado», explicó Ford.
También subrayó la dependencia energética de EE.UU. respecto a Canadá, recordando que 4.3 millones de barriles de petróleo canadiense son enviados diariamente a Estados Unidos, lo que representa 1.2 mil millones de barriles anuales. «Y en electricidad, Ontario mantiene encendidas las luces de 1.5 millones de hogares y negocios en Nueva York, Michigan y Minnesota», añadió.
Ontario se encuentra en plena campaña electoral, con los ciudadanos convocados a las urnas el próximo 27 de febrero. La oposición ha criticado duramente a Ford por convocar elecciones anticipadas, sugiriendo que lo hizo únicamente para garantizar su reelección antes de que los efectos económicos de los aranceles se sientan con mayor fuerza en la provincia.
Ford, por su parte, ha defendido su decisión alegando que necesita un «mandato sólido» para poder proteger a Ontario de la amenaza arancelaria. Según sus estimaciones, las medidas de Trump podrían costarle a la provincia hasta 500,000 empleos, un golpe devastador para la economía local.
La tensión comercial entre Canadá y Estados Unidos será el tema central de la cumbre económica Canadá-EE.UU., que se llevará a cabo en Toronto este viernes y será presidida por el primer ministro Justin Trudeau. El evento reunirá a líderes empresariales y sindicales para analizar estrategias de respuesta ante las políticas proteccionistas de la administración estadounidense.
Mientras tanto, en Ottawa, la Federación de Municipios Canadienses planea anunciar las medidas que las principales ciudades del país están dispuestas a tomar en respuesta a los aranceles. En una conferencia de prensa el jueves, la alcaldesa de Toronto, Olivia Chow, subrayó la unidad del país en este momento de crisis.
«Cuando decimos ‘Equipo Canadá’, nos referimos a una sola voz con un propósito determinado: defender a nuestro país. Todos los canadienses, todos los niveles de gobierno en Canadá, estamos diciendo con una sola voz que somos canadienses y no estadounidenses. Nos gustan nuestros vecinos, pero cuando nos atacan, responderemos y haremos nuestra parte», afirmó.
Chow también destacó que las municipalidades tienen «muchas herramientas» para responder a las medidas comerciales estadounidenses y que están dispuestas a utilizarlas si la situación lo requiere.
La disputa comercial entre Canadá y Estados Unidos sigue generando incertidumbre en ambos lados de la frontera. Mientras Ford y otros líderes provinciales y municipales se preparan para posibles represalias, la comunidad empresarial y los trabajadores canadienses siguen atentos a los próximos movimientos de la Casa Blanca.
Por ahora, la postergación de los aranceles brinda un respiro temporal, pero la posibilidad de una guerra comercial sigue latente. En este contexto, la unidad canadiense será clave para enfrentar cualquier desafío que pueda surgir en los próximos meses.