EE.UU: Acusan a hombre en presunto plan iraní de asesinato contra Donald Trump

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THE LATIN VOX (8 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

El Departamento de Justicia de EE. UU. reveló el viernes detalles de un presunto complot iraní para asesinar al presidente electo Donald Trump, acusando a un hombre que, según las autoridades, fue designado por un funcionario iraní para ejecutar el plan antes de las elecciones de esta semana.

El acusado, identificado como Farhad Shakeri, un presunto colaborador del gobierno iraní con un historial criminal en EE. UU., habría sido contactado por un oficial de la Guardia Revolucionaria de Irán en septiembre para llevar a cabo una serie de tareas relacionadas con la vigilancia y eventual asesinato de Trump.

De acuerdo con una denuncia criminal desvelada en la corte federal de Manhattan, Shakeri, quien pasó tiempo en prisiones estadounidenses por delitos de robo, detalló a los investigadores que recibió instrucciones directas para apartarse de otras labores y desarrollar un plan dentro de los siete días siguientes. En sus declaraciones, Shakeri dijo que el funcionario iraní le indicó que «ya se ha gastado mucho dinero» en el complot, y que «el dinero no es un problema». El plan, según la acusación, preveía la ejecución del asesinato de Trump, pero si no se podía completar antes de las elecciones, el proyecto se pospondría hasta después de las mismas, ya que se asumía que el mandatario perdería ante la demócrata Kamala Harris.

Sin embargo, según la denuncia, si bien el plan estaba en marcha, el sospechoso aún permanece en libertad y se encuentra en Irán, lo que complica su captura. A pesar de esto, las autoridades estadounidenses están comprometidas en el seguimiento de la situación.

Vínculos con un complot previo contra un periodista iraní-estadounidense

Este caso también tiene implicaciones internacionales más amplias, ya que Shakeri supuestamente reclutó a dos hombres, Jonathan Loadholt y Carlisle Rivera, para seguir y ejecutar el asesinato de la periodista iraní-estadounidense Masih Alinejad, conocida por su trabajo como defensora de los derechos humanos y su oposición al régimen iraní. Alinejad, quien ha sido blanco de varios complots iraníes de asesinato frustrados por las fuerzas de seguridad, expresó su consternación por este nuevo intento en su contra.

«Estoy muy sorprendida», declaró Alinejad por teléfono a la Agencia Associated Press desde Berlín, donde participaba en una ceremonia conmemorativa del aniversario de la caída del Muro de Berlín. «Este es el tercer intento contra mi vida, y eso es realmente impactante», añadió. En sus redes sociales, Alinejad también expresó: «Vine a Estados Unidos para ejercer mi derecho a la libertad de expresión. No quiero morir. Quiero luchar contra la tiranía, y merezco estar a salvo».

Un patrón de amenazas iraníes a funcionarios estadounidenses

El complot descubierto se inscribe en un patrón de amenazas y hostilidades por parte del gobierno iraní contra figuras clave de EE. UU., incluido Trump y otros líderes gubernamentales. En declaraciones sobre el caso, el fiscal general de EE. UU., Merrick Garland, señaló que «hay pocos actores en el mundo que representen una amenaza tan grave para la seguridad nacional de Estados Unidos como Irán». Por su parte, Christopher Wray, director del FBI, destacó que este caso demuestra los intentos continuos y audaces de Irán de atacar a ciudadanos estadounidenses, incluidos Trump, otros líderes gubernamentales y disidentes que critican al régimen de Teherán.

El Departamento de Justicia también recordó otros incidentes recientes en los que Irán ha estado involucrado en actividades de desinformación y sabotaje, como el ataque cibernético a los correos electrónicos de colaboradores de la campaña electoral de Trump, lo que las autoridades estadounidenses han interpretado como un intento de interferir en las elecciones presidenciales.

Tensión creciente entre EE. UU. e Irán

Este descubrimiento de un complot iraní contra Trump llega en un momento de alta tensión internacional, con Irán siguiendo de cerca las acciones de EE. UU. y con los dos países envueltos en una serie de disputas diplomáticas. Mientras tanto, la comunidad internacional se enfrenta a las implicaciones de estos incidentes, que reflejan un peligro creciente para la seguridad de los ciudadanos estadounidenses, tanto dentro como fuera de sus fronteras.

Irán, que ha sido acusado en diversas ocasiones de operar en la sombra a través de agentes y de infiltrar redes criminales para llevar a cabo atentados en otros países, sigue siendo un actor clave en el escenario global en cuanto a amenazas a la seguridad, especialmente en lo que respecta a figuras del gobierno estadounidense y de la diáspora iraní.

Este incidente subraya el persistente desafío que representa Irán para la seguridad nacional de EE. UU., especialmente en el contexto de la continua inestabilidad política y las tensiones geopolíticas. La situación también pone de relieve la creciente amenaza de la violencia política como herramienta de los regímenes autoritarios para silenciar la oposición y eliminar a quienes perciben como una amenaza para su poder.

¿Qué sigue?

Con Shakeri aún en Irán, las autoridades estadounidenses siguen monitoreando la situación. Las implicaciones de este complot podrían desencadenar nuevas sanciones o medidas diplomáticas contra Irán, mientras los funcionarios de seguridad de EE. UU. continúan investigando y previniendo amenazas similares en el futuro.

Crédito fotográfico: U.S. Department of Justice


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