THE LATIN VOX (3 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En un fallo que marca un revés significativo para la administración Biden, una corte de apelaciones de EE.UU. determinó el jueves que la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC, por sus siglas en inglés) no tiene la autoridad legal para restablecer las reglas de neutralidad en la red, las cuales habían sido implementadas inicialmente en 2015 durante el mandato del presidente demócrata Barack Obama y luego derogadas en 2017 bajo el gobierno del republicano Donald Trump.
El caso, que se resolvió en la corte de apelaciones del sexto circuito en Cincinnati, pone en jaque uno de los esfuerzos clave de la administración saliente de Joe Biden para restaurar las normas que buscan garantizar que los proveedores de servicios de internet (ISP, por sus siglas en inglés) traten de manera equitativa los datos y usuarios en la red, evitando la ralentización de velocidades, el bloqueo de contenido o la creación de barreras para ciertos usuarios.
El fallo de la corte se basa en la interpretación de la decisión de la Corte Suprema en junio en el caso Loper Bright, que revocó un precedente de 1984 que otorgaba a las agencias gubernamentales amplias facultades para interpretar las leyes que administran. Según los jueces, la FCC carece de la autoridad para restablecer las reglas de neutralidad en la red, citando el principio establecido en Loper Bright de reducir el margen de maniobra de las agencias federales.
El revés ha dejado claro que, a pesar de los esfuerzos del presidente Biden, la posibilidad de que los reguladores federales retomen el control sobre el acceso a internet parece cada vez más lejana. Aunque las reglas de neutralidad en la red aún se mantienen a nivel estatal en California y otros lugares, el fallo de la corte puede significar el fin de más de dos décadas de intentos para otorgar a los reguladores federales una supervisión integral sobre internet.
Un foco de controversia: ¿Intervención gubernamental o libertad del mercado?
El presidente entrante de la FCC, Brendan Carr, celebró el fallo, considerando que este representa una victoria para los consumidores estadounidenses. Según Carr, la decisión pone fin al intento de lo que calificó como una «toma de poder en internet» por parte de la administración Biden y prometió revertir otras regulaciones que considera innecesarias.
Esta postura resuena con los grupos de la industria que también se han pronunciado a favor del fallo, como USTelecom, una organización que representa a grandes empresas de telecomunicaciones como AT&T y Verizon. Estos grupos afirman que la decisión favorecerá la inversión, innovación y competencia en el dinámico mercado digital.
Por otro lado, Jessica Rosenworcel, presidenta de la FCC, hizo un llamado al Congreso para que tome medidas legislativas en respuesta al fallo judicial. En un comunicado, Rosenworcel destacó que los consumidores han expresado de manera consistente su deseo de contar con un internet rápido, abierto y justo, y afirmó que corresponde al Congreso actuar para asegurar la neutralidad en la red a través de la ley federal.
A pesar de que la decisión de la corte es un golpe para los defensores de la neutralidad en la red, algunos grupos, incluidos gigantes tecnológicos como Amazon, Apple y Meta Platforms, han respaldado las regulaciones propuestas por la FCC, señalando que estas son fundamentales para preservar un internet libre y abierto, sin privilegios especiales para ciertos usuarios o proveedores de servicios.
Un futuro incierto: ¿El fin de la neutralidad en la red o un nuevo camino?
El fallo plantea dudas sobre el futuro de las reglas de neutralidad en la red a nivel federal, pero no cierra completamente la puerta a nuevos intentos. Los defensores de estas reglas, entre los que se encuentran varios grupos de consumidores y defensores de los derechos digitales, podrían buscar una revisión del caso ante la Corte Suprema de EE.UU., lo que podría reabrir el debate sobre el control del acceso a internet y la regulación del sector.
En este momento, la decisión pone de manifiesto la polarización existente entre la regulación gubernamental y el libre mercado en el ámbito digital. Mientras que algunos consideran que una mayor intervención estatal podría garantizar la igualdad de acceso y frenar los abusos de poder de los ISP, otros argumentan que la desregulación permitirá una mayor innovación y competitividad.
Lo que está claro es que la lucha por la neutralidad en la red en EE.UU. está lejos de concluir. Sin importar el resultado final, el caso representa un punto de inflexión en la forma en que se entenderá y gestionará el acceso a internet en los próximos años.
Crédito fotográfico: www.telecoms.com