
THE LATIN VOX (6 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Elon Musk se ha convertido en el centro de una creciente controversia que ha captado la atención tanto de demócratas como de republicanos. La reciente toma de control de diversas agencias federales de Estados Unidos por parte del multimillonario, a través de su autodenominado «Departamento de Eficiencia Gubernamental» (DOGE), ha desatado preocupaciones sobre posibles violaciones de seguridad nacional.
En una carta publicada este jueves, miembros del Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes expresaron su alarma por la posibilidad de que Musk y sus operativos hayan tenido acceso ilegal a información clasificada y datos personales sensibles de agencias clave como la Oficina de Administración de Personal (OPM), el Departamento del Tesoro y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID).
El contenido de la carta subraya la falta de evidencia que respalde la afirmación de que Musk o su equipo, bajo el nombre de Doge, hayan pasado por los procedimientos de verificación necesarios para garantizar la seguridad de los sistemas gubernamentales y los datos de los contribuyentes.
«Estamos profundamente preocupados de que se esté produciendo acceso no autorizado a los sistemas a través del gobierno federal, lo que podría representar una amenaza importante para la privacidad personal de los estadounidenses y la seguridad nacional», señala el documento.
El llamado a la investigación surge mientras los demócratas intensifican su oposición al desmantelamiento y la reestructuración de las agencias federales por parte de Musk.
El 3 de febrero, un juez federal limitó temporalmente la capacidad del DOGE de acceder a los sistemas de pago altamente sensibles del Departamento del Tesoro, un acto que los operativos de Musk intentaron utilizar para bloquear los pagos de USAID.
Este fallo judicial marcó la primera vez que los tribunales han intervenido para frenar las acciones de Doge, que en las últimas semanas ha desestabilizado la burocracia federal, promoviendo el cierre de USAID y sembrando caos en el servicio civil.
El descontento no solo se limita a los demócratas. Incluso entre los republicanos, que originalmente habían apoyado las iniciativas de Musk, se ha extendido la preocupación por su creciente influencia en las agencias federales.
Un sondeo reciente revela que solo el 26% de los republicanos ahora respalda la idea de que Musk y DOGE tengan una gran influencia en la administración de Trump, un descenso significativo desde el 47% registrado poco después de las elecciones presidenciales de noviembre.
La inquietud se ha propagado entre varios senadores republicanos, quienes han expresado su alarma por el control que Musk está ejerciendo sobre agencias clave.
Según informes, el equipo de Doge ha intentado acceder a sistemas de pago y datos personales de trabajadores del Departamento del Tesoro, lo que ha llevado a la presentación de demandas y un acuerdo temporal con los abogados del Departamento de Justicia para frenar esas actividades.
Entre las nuevas preocupaciones, se encuentra el acceso del equipo de Musk a agencias como los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA), donde se realizaron cambios en el personal y se accedió a sistemas de tecnología de la información. Además, el Departamento de Educación parece ser el siguiente objetivo de Musk, quien ha expresado su deseo de eliminar la agencia, un plan respaldado por el expresidente Donald Trump.
La administración de Trump ha tratado de defender las acciones de Musk, argumentando que el fundador de SpaceX y Tesla fue designado como «empleado gubernamental especial sin salario» para abordar la ineficiencia y el despilfarro en el gasto público.
Sin embargo, el malestar por la creciente infiltración de Musk en las agencias federales ha provocado un número creciente de demandas y cuestionamientos sobre la legalidad y la ética de sus acciones.
El congresista demócrata Mark Pocan, de Wisconsin, ha respondido a la situación con la introducción de una legislación titulada el «Acta para Eliminar el Saqueo de Nuestra Nación Mitigando la Kleptocracia Estatal No Ética», también conocida como el «Elon Musk Act». Pocan ha declarado que «Elon Musk nos está robando» y se ha comprometido a tomar medidas para evitar que el multimillonario se enriquezca a expensas de los dólares de los contribuyentes.
El conflicto entre Musk, el gobierno de Trump y las agencias federales sigue escalando, poniendo en entredicho el control de las instituciones gubernamentales y la protección de la seguridad nacional.
Mientras tanto, el país observa cómo una figura tan influyente como Musk se enfrenta a una creciente resistencia tanto desde el Congreso como desde el poder judicial. El desenlace de esta lucha podría tener implicaciones significativas sobre el futuro de la política pública y la privacidad de los ciudadanos en Estados Unidos.
Crédito fotográfico: Justin Sullivan/Getty Images