
THE LATIN VOX (22 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El “zar de la frontera” de Donald Trump, Tom Homan, enfrenta crecientes presiones políticas después de que salieron a la luz acusaciones de que aceptó un soborno de 50,000 dólares en efectivo de un agente encubierto del FBI a cambio de favores políticos relacionados con contratos migratorios.
Según informaciones citadas por varios medios estadounidenses, Homan habría recibido la suma en una bolsa procedente de la cadena de restaurantes Cava, asegurando que guardaría el dinero en un fideicomiso hasta ocupar un puesto en la administración Trump. En ese entonces, Homan dirigía una firma privada de consultoría que ayudaba a empresas a obtener contratos vinculados con inmigración.
El Departamento de Justicia abrió una investigación por soborno, pero esta fue archivada una vez que Trump asumió el poder. Fuentes señalan que los fiscales argumentaron la dificultad de demostrar que Homan se hubiera comprometido a realizar actos específicos a cambio del dinero, además de que en el momento del pago no ocupaba un cargo público.
La controversia ha resurgido ahora en el Congreso. El lunes, el congresista Dave Min (California), miembro del comité de supervisión de la Cámara de Representantes, solicitó a los inspectores generales del Tesoro que examinaran si Homan declaró el pago en su declaración de impuestos de 2024. “La ley federal es clara: todo ingreso, legal o ilegal, debe reportarse al IRS. De lo contrario, se estaría violando la legislación fiscal”, advirtió Min, presidente del grupo de trabajo progresista contra la corrupción.
Desde la Casa Blanca, la portavoz Karoline Leavitt negó categóricamente las acusaciones: “El señor Homan nunca tomó esos 50.000 dólares. El presidente y la Casa Blanca lo respaldan al 100%, porque no hizo nada malo”. Leavitt insistió en que fiscales y agentes del FBI no encontraron pruebas de actividad ilícita.
Sin embargo, la periodista Carol Leonnig, de MSNBC, una de las que destapó el caso, respondió en redes sociales que había revisado documentos internos que confirman que Homan aceptó el dinero en septiembre de 2024.
El escándalo ha escalado rápidamente en el terreno político. La senadora demócrata Elizabeth Warren exigió que la administración entregara las grabaciones de la operación encubierta al Congreso: “El acto quedó registrado en video. Cada decisión tomada por Homan debe ser revisada por posible corrupción”.
Su colega Richard Blumenthal fue aún más contundente: “Una bolsa con 50.000 dólares en efectivo: claramente Tom Homan no teme pedir pagos personales a cambio de favores del gobierno”.
Para críticos y opositores, el caso de Homan simboliza lo que describen como un patrón de corrupción en la administración Trump, donde intereses privados y políticos se entremezclan con decisiones de política pública. Aunque la investigación oficial fue cerrada, la presión legislativa promete mantener el tema en el centro del debate sobre ética y poder en Washington.
Crédito fotográfico: Evelyn Hockstein | REUTERS