EE.UU: Despidos masivos en ONGs por el congelamiento de fondos de Trump en ayuda internacional

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THE LATIN VOX (21 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

El impacto del reciente congelamiento de fondos de ayuda internacional por parte del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está siendo devastador para algunas de las organizaciones humanitarias más grandes del mundo. Miles de trabajadores en el sector de la ayuda internacional han perdido sus empleos, lo que amenaza con “desmantelar” la capacidad de reacción de estas entidades frente a futuras crisis.

Desde el 20 de enero, cuando Trump anunció una congelación de 90 días en parte del presupuesto de ayuda exterior de EE. UU., que alcanza los 72 mil millones de dólares, organizaciones como el Comité Internacional de Rescate (IRC, por sus siglas en inglés), el Consejo Danés para los Refugiados, el Consejo Noruego para los Refugiados y Norwegian People’s Aid ya han comenzado a reducir sus plantillas.

El impacto también se ha extendido a organizaciones como Catholic Relief Services y Save the Children, cuyos programas dependen en gran medida de los fondos federales a través de USAid, la agencia encargada de distribuir la ayuda exterior.

Save the Children ha advertido que las pérdidas de empleos podrían ser inminentes, aunque no se ha pronunciado públicamente sobre recortes específicos. En un comunicado, la organización indicó que está revisando su presupuesto para asegurar la continuidad de sus programas de asistencia a niños, pero reconoció que el panorama económico es incierto y que “se deben tomar medidas urgentes para garantizar la sostenibilidad financiera”.

David Miliband, CEO del IRC, explicó que se tomarían medidas drásticas, como una reducción del 20% en los salarios de los empleados de alto rango, incluida su propia remuneración, que en 2022 superó el millón de dólares. “La realidad es que habrá una reducción significativa del apoyo de EE. UU. a nuestros programas durante este año fiscal, lo que impactará tanto los servicios como el personal”, señaló en una carta a sus colaboradores.

El desgaste del conocimiento y la experiencia

La consecuencia más grave de estos recortes no solo es la pérdida de empleo, sino la pérdida de décadas de experiencia acumulada en el campo humanitario. Según un informe reciente del Consejo Internacional de Agencias Voluntarias (ICVA), una red de organizaciones de ayuda en 160 países, el 55% de las entidades encuestadas se han visto obligadas a despedir o suspender personal, o a ponerlos en licencia.

Esta pérdida afecta tanto a los trabajadores que se encargan de la coordinación y la defensa de políticas como a los operativos en los campos de refugiados y comunidades vulnerables.

Lee Crawfurd, investigador del Center for Global Development, subrayó la gravedad de la situación, señalando que «no solo estamos perdiendo empleos, estamos perdiendo conocimientos institucionales, experiencia acumulada y redes establecidas que son cruciales para entregar ayuda de manera efectiva».

Además, agregó que la contratación y formación de nuevos empleados con habilidades especializadas lleva años, y algunos de los expertos más experimentados podrían abandonar permanentemente el sector, lo que empeoraría aún más la situación.

Impacto en los países de bajo ingreso y las ONG locales

El informe de ICVA también advierte que los efectos de estos recortes no solo se limitan a las grandes ONGs internacionales, sino que las organizaciones locales, que dependen en gran medida del financiamiento de las más grandes, sufrirán las consecuencias.

Las entidades más pequeñas, con menos recursos, podrían enfrentar dificultades aún mayores para mantenerse a flote, lo que podría derivar en el cierre de proyectos vitales en comunidades vulnerables alrededor del mundo.

En Mozambique, por ejemplo, casi 20,000 trabajadores de salud comunitarios que brindan servicios relacionados con el VIH han recibido órdenes de dejar de trabajar, mientras que en Sudáfrica son 15,000 los afectados por la misma medida. Este tipo de interrupciones pone en riesgo no solo la estabilidad de los programas en marcha, sino la salud y bienestar de las poblaciones que más los necesitan.

Zoe Abrahamson, portavoz de Bond, una red británica de organizaciones de desarrollo internacional, enfatizó que la falta de claridad sobre el futuro de la financiación está generando una incertidumbre masiva.

“Las organizaciones deben millones de dólares a USAid por trabajos realizados en 2024 y ahora enfrentan la incertidumbre sobre si serán reembolsadas. Esto pone en riesgo no solo su viabilidad financiera, sino la capacidad de llevar a cabo trabajos cruciales para las comunidades en los próximos años”.

Un sector en crisis

En resumen, la congelación de fondos por parte de la administración Trump está causando un daño irreparable en el sector de la ayuda internacional.

Los despidos masivos y la reducción de recursos pueden desmantelar la capacidad de las ONGs para responder eficazmente a las emergencias globales, lo que podría tener consecuencias trágicas para millones de personas vulnerables en todo el mundo.

Con cada día que pasa, la comunidad internacional observa con creciente preocupación cómo una crisis de financiación podría evolucionar en una crisis humanitaria aún mayor. En un contexto de inestabilidad política y económica global, los recortes de Trump podrían ser solo la punta del iceberg, y el futuro de la ayuda internacional nunca ha estado tan incierto.

Crédito fotográfico: NBC News


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