THE LATIN VOX (27 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un giro inesperado y controvertido, el Pentágono ha emitido un memorándum que establece que los militares transgénero serán separados de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos a menos que reciban una exención especial.
Esta política, que podría afectar a miles de personas en servicio activo, representa una prohibición casi total de la participación de personas transgénero en el ejército, un paso más allá de las restricciones implementadas bajo la administración de Donald Trump.
Un cambio radical
El documento, fechado el 26 de febrero, establece un plazo de 60 días para identificar y separar a los miembros del ejército transgénero. En un primer paso, el Pentágono ha solicitado la creación de un procedimiento para identificar a los militares transgénero en los próximos 30 días.
Tras ello, deberán empezar el proceso de separación en un plazo adicional de 30 días. Este enfoque subraya el objetivo de mantener «altos estándares de preparación, cohesión y uniformidad» en el servicio militar, que según el memorándum, no son compatibles con las condiciones médicas y psicológicas asociadas a la disforia de género.
La legacía de Trump y su influencia en la decisión
Este desarrollo se produce tras un mandato ejecutivo firmado por Donald Trump en enero, que apuntó directamente a las personas transgénero dentro de las fuerzas armadas. Trump, durante su presidencia, argumentó que las personas transgénero no son «compatibles con la humildad y el desinterés requeridos de un miembro de servicio».
Aunque su orden no logró eliminar por completo a los militares transgénero, puso en marcha restricciones que afectaron a su participación y acceso a procedimientos médicos de transición.
Con la llegada de la administración Biden, se esperaban cambios en la política, pero el reciente memorándum del Pentágono ha desmentido cualquier intento de flexibilizar las normativas. En lugar de eso, la administración de Biden ha continuado el enfoque restrictivo, avanzando hacia la eliminación total de los individuos transgénero en el ejército a menos que se les otorgue una exención.
La exención y sus restricciones
La política establece que las exenciones serán otorgadas únicamente si hay «un interés gubernamental convincente en retener al miembro del servicio, que apoye directamente las capacidades de combate».
Además, se exige que los miembros del servicio transgénero demuestren 36 meses consecutivos de estabilidad en su sexo asignado al nacer sin «angustia clínica significativa». Esto implica un umbral de requisitos médicos muy específico, lo que hace que las exenciones sean extremadamente difíciles de obtener.
Impacto en los derechos de las personas transgénero
Para muchos defensores de los derechos de las personas transgénero, esta nueva política es vista como un retroceso significativo en la lucha por la igualdad y el respeto dentro del ejército.
Shannon Minter, del Centro Nacional por los Derechos Lesbicos (NCLR), describió el memorándum como una «purgas completa» que podría expulsar a todos los individuos transgénero del servicio militar. Según Minter, la amplitud y gravedad de esta prohibición es «sin precedentes».
De acuerdo con las estimaciones, el ejército de EE. UU. tiene alrededor de 1.3 millones de miembros en servicio activo, con la posibilidad de que hasta 15,000 de ellos sean personas transgénero. Sin embargo, el Pentágono no ha confirmado una cifra exacta, indicando que el número real podría ser solo de unos pocos miles.
Reacción en la Corte y la constitucionalidad de la medida
El memorándum se presentó como parte de una demanda presentada por el NCLR y GLAD Law, que desafía la constitucionalidad de la orden ejecutiva de enero. Los demandantes argumentan que esta política viola la cláusula de protección igualitaria de la Quinta Enmienda, un principio fundamental de la Constitución de los EE.UU.
Aunque el Secretario de Defensa, Pete Hegseth, expresó que las personas transgénero actualmente en el servicio serían «tratadas con dignidad y respeto», los cambios propuestos parecen indicar lo contrario, dejando en el aire el futuro de muchos militares que luchan por la aceptación y la igualdad dentro de las fuerzas armadas.
Un futuro incierto
El debate sobre la inclusión de personas transgénero en el ejército estadounidense es uno de los temas más polarizadores en la política del país. Mientras los defensores de los derechos de los militares transgénero aseguran que la política actual no tiene base en la realidad y fomenta la discriminación, otros argumentan que se debe garantizar la cohesión y efectividad del ejército.
Lo que está claro es que el futuro de las personas transgénero en el servicio militar de EE. UU. se enfrenta a un camino incierto, con políticas que podrían cambiar dependiendo de la administración y la respuesta del sistema judicial.
Sin embargo, el reciente memorándum marca un punto crítico en la batalla por los derechos civiles y la igualdad de género en las fuerzas armadas, un debate que continúa captando la atención a nivel nacional e internacional.
Crédito fotográfico: Jim Watson/AFP/Getty Images