EE.UU: El conflicto entre Trump y Soros escala a nivel judicial … ¿amenaza a la libertad de expresión?

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THE LATIN VOX (26 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

La Fundación Open Society (OSF), financiada por el magnate filantrópico George Soros, respondió con dureza ayer jueves a los últimos movimientos del presidente Donald Trump, tras conocerse que el Departamento de Justicia de EE. UU. está considerando abrir una investigación formal contra la organización bajo cargos graves como fraude electrónico, apoyo material al terrorismo y crimen organizado.

Según un reportaje del New York Times, un abogado vinculado a la oficina del fiscal general adjunto Todd Blanche envió un memorando a fiscales federales en Nueva York, California, Washington D.C., Chicago y Detroit, esbozando posibles cargos contra la OSF. Este intento se enmarca en una nueva ofensiva judicial del presidente Trump, quien ha prometido usar el aparato del Estado para perseguir a sus oponentes políticos en caso de regresar al poder.

Una amenaza a la libertad de expresión, según OSF

La fundación de Soros no tardó en emitir una respuesta contundente. En un comunicado oficial, la OSF denunció que las maniobras del gobierno de Trump son «ataques motivados políticamente contra la sociedad civil» y que buscan “silenciar voces con las que la administración no está de acuerdo”, una clara violación —afirman— del derecho constitucional a la libertad de expresión.

“Las Open Society Foundations condenan inequívocamente el terrorismo y no financian el terrorismo. Nuestras actividades son pacíficas y legales, y exigimos a nuestros beneficiarios el cumplimiento de los principios de derechos humanos y de la ley,” señaló el comunicado.

La fundación también advirtió que este tipo de abusos de poder “ponen en riesgo los derechos de todas las personas” y reafirmó su compromiso con la democracia y las libertades constitucionales tanto en Estados Unidos como en el resto del mundo.

Trump redobla ataques contra Soros y otros rivales

Los señalamientos contra Soros no son nuevos en el discurso político de Trump, pero en las últimas semanas han escalado en tono y alcance. El 12 de septiembre, el expresidente declaró públicamente que “van a investigar a Soros” y sugirió que podría aplicarse la ley RICO (usada habitualmente contra mafias) contra él y “otras personas”. “Esto no son solo protestas, esto es agitación real”, afirmó.

La retórica contra Soros ha sido una constante en los círculos de la derecha radical estadounidense, donde se le ha convertido en símbolo de lo que consideran una élite liberal globalista que interviene en los asuntos internos del país. Las acusaciones, sin embargo, carecen hasta ahora de sustento legal.

Un Departamento de Justicia politizado

La supuesta instrucción a fiscales federales de armar un caso contra la OSF llega en un contexto más amplio de politización del sistema judicial. La semana pasada, Trump destituyó a un fiscal federal en Virginia tras determinarse que no había pruebas suficientes para procesar al exdirector del FBI James Comey ni a la fiscal general de Nueva York, Letitia James —ambos blancos frecuentes de los ataques del presidente.

En su lugar, Trump designó a Lindsey Halligan, una asesora legal de su círculo más cercano en la Casa Blanca, y fuentes cercanas al proceso aseguran que fiscales afines a Trump estarían preparando cargos contra Comey en las próximas semanas.

Reacciones internacionales y preocupación por el estado de derecho

La ofensiva de Trump contra organizaciones filantrópicas, fiscales independientes y exfuncionarios de gobierno ha generado alarma en organismos internacionales y defensores de derechos humanos.

Diversas ONG han advertido que estos movimientos recuerdan prácticas autoritarias donde los gobiernos persiguen judicialmente a la oposición o a la sociedad civil como mecanismo de represión política.

Mientras tanto, la OSF, con presencia global en más de 120 países y conocida por su defensa de causas como la justicia racial, la libertad de prensa y los derechos de las minorías, se mantiene firme. “No nos intimidarán”, afirmó un portavoz.

Crédito fotográfico: Fortune


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