EE.UU: El Smithsonian elimina referencias a los juicios políticos de Trump en su exposición histórica

To shared

THE LATIN VOX (2 de agosto de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En una decisión que ha encendido el debate sobre memoria histórica, censura y la politización de la cultura, el Museo Nacional de Historia Estadounidense del Smithsonian ha eliminado todas las menciones a los dos juicios políticos que enfrentó Donald Trump durante su primera presidencia.

La medida borra, al menos por ahora, el hecho histórico de que Trump es el único presidente en la historia de Estados Unidos en haber sido imputado dos veces por la Cámara de Representantes.

Los cambios, reportados inicialmente por The Washington Post, se realizaron en julio cuando los responsables del museo sustituyeron carteles contemporáneos en la exposición The American Presidency: A Glorious Burden por versiones anteriores de 2008 que omiten por completo los procesos de juicio político contra Trump.

En su lugar, los visitantes ahora encuentran una mención genérica a tres presidentes que enfrentaron un posible proceso de destitución: Andrew Johnson, Bill Clinton y Richard Nixon.

Revisión institucional o presión política

En una declaración al diario inglés The Guardian, un portavoz del Smithsonian explicó que la decisión se tomó tras una revisión general del contenido del museo:

“Al revisar nuestro contenido histórico, quedó claro que la sección ‘Límites del poder presidencial’ necesitaba ser abordada. Dado que otros temas de esa sección no habían sido actualizados desde 2008, se decidió restaurar la versión de esa fecha”.

El museo prometió que “una futura actualización incluirá todos los juicios políticos”, pero no ofreció una fecha concreta para esa implementación.

La decisión coincide con el retorno de Donald Trump al poder ejecutivo y su renovada ofensiva contra instituciones culturales federales. A principios de este año, Trump firmó una orden ejecutiva para eliminar lo que él denomina “ideología antiestadounidense” en los museos federales, y prometió devolver al Smithsonian su papel como “símbolo de inspiración y grandeza americana”.

Entre las instituciones señaladas para una “revisión ideológica” se encuentra el Museo Nacional de Historia y Cultura Afroamericana, lo que ha encendido alarmas entre historiadores y defensores de la diversidad cultural.

El único presidente imputado dos veces… ¿borrado?

Donald Trump fue objeto de juicio político en dos ocasiones: la primera en 2019, por presionar al gobierno de Ucrania para investigar a sus rivales políticos, y la segunda en 2021, por su papel en el asalto al Capitolio el 6 de enero. En ambos casos fue absuelto por el Senado, controlado entonces por su partido.

Pese a su relevancia histórica, la eliminación de estas referencias del museo deja un vacío evidente en la narrativa presidencial contemporánea. Mientras tanto, las secciones dedicadas a los casos de Johnson, Clinton y Nixon —este último dimitió antes de ser juzgado— permanecen intactas.

¿Reescribir la historia?

“Es una omisión preocupante”, comentó un académico en historia política consultado por este medio. “Más allá de ideologías, el museo tiene la responsabilidad de documentar los hechos, no de suprimirlos temporalmente por conveniencia política”.

Vale destacar que las referencias a los juicios contra Trump fueron incluidas originalmente en septiembre de 2021 como una medida temporal, en respuesta a los eventos recientes. No obstante, ese “cartel provisional” permaneció en exhibición hasta julio de 2025, momento en el que fue retirado sin sustituto alguno.

Un símbolo en disputa

El Smithsonian, que opera como un fideicomiso del Congreso con un presupuesto anual superior a los mil millones de dólares, recibe millones de visitantes cada año. Sus museos son considerados referentes globales de educación pública, y su independencia ha sido históricamente un principio fundamental.

Sin embargo, la eliminación de contenido que documenta hechos verificados y recientes sobre un expresidente polarizante plantea interrogantes incómodos: ¿Quién decide qué se recuerda y qué se olvida? ¿Y cuál es el precio de reescribir —o silenciar— la historia en nombre de una narrativa oficial?

Mientras tanto, lo que debería ser una exposición sobre los límites del poder presidencial ha terminado, irónicamente, exponiendo los límites de la objetividad institucional en tiempos de agitación política.

Crédito fotográfico: CNN


To shared