
THE LATIN VOX (23 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El Comité Olímpico y Paralímpico de Estados Unidos (USOPC) ha emitido una nueva política que prohíbe efectivamente a las mujeres transgénero competir en disciplinas femeninas de los Juegos Olímpicos, Paralímpicos y competencias nacionales afiliadas.
Esta medida se produce en respuesta directa a una orden ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump en febrero de este año, titulada “Mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”.
El cambio fue anunciado discretamente el lunes a través de una modificación en la política de seguridad del atleta publicada en el sitio web del USOPC, y luego confirmado por medio de una carta enviada a las federaciones deportivas nacionales.
La nueva norma impone a las federaciones la obligación de adaptar sus reglamentos para excluir a las atletas transgénero que no fueron asignadas como mujeres al nacer.
Una política federal que sacude el deporte olímpico
La orden de Trump amenaza con retirar fondos a cualquier organización que permita la participación de personas transgénero en deportes femeninos, lo que ha generado un fuerte efecto dominó en el sistema deportivo estadounidense.
“Como organización con carta federal, tenemos la obligación de cumplir con las expectativas del gobierno”, escribieron Sarah Hirshland y Gene Sykes, directora ejecutiva y presidente del USOPC, respectivamente. “Nuestra política revisada enfatiza la importancia de garantizar entornos de competencia seguros y justos para las mujeres.”
Entre los 50 organismos deportivos nacionales que regula el USOPC se encuentran disciplinas clave como atletismo, natación, ciclismo y esgrima.
Muchas de estas federaciones ya están comenzando a aplicar la nueva normativa.
Por ejemplo, USA Fencing anunció que, a partir del 1 de agosto, sus competiciones femeninas estarán reservadas solo para atletas “del sexo femenino”, dejando sus torneos masculinos abiertos a todos los demás, incluidos atletas trans, no binarios e intersexuales.
Críticas por discriminación y exclusión
La medida ha sido duramente criticada por organizaciones defensoras de los derechos civiles. La presidenta del Centro Nacional de Leyes para la Mujer, Fatima Goss Graves, calificó la decisión del USOPC como una “rendición ante presiones políticas”.
“Al ceder a las exigencias del gobierno, el USOPC está sacrificando las necesidades y la seguridad de sus propias atletas”, declaró.
Otros expertos advierten que esta política podría afectar desde el nivel olímpico hasta clubes locales y juveniles, dado que las federaciones nacionales supervisan el deporte en todos los niveles. “No se trata solo de los Juegos Olímpicos. Esto impactará a miles de atletas en todo el país”, advirtió un portavoz de una asociación deportiva juvenil.
El cambio también ha generado cuestionamientos internacionales.
La Comisión Olímpica Internacional (COI), ahora presidida por Kirsty Coventry, ha mostrado intenciones de proteger la “categoría femenina”, pero hasta ahora ha dejado que cada federación deportiva defina sus propias reglas. Algunas, como World Athletics (atletismo) y World Aquatics (natación), ya han adoptado políticas que excluyen a atletas que hayan pasado por la pubertad masculina.
Una batalla política en curso
El debate sobre la participación de atletas transgénero en los deportes femeninos se ha convertido en una de las banderas culturales más intensas del conservadurismo estadounidense. Más de 24 estados han aprobado leyes que prohíben a niñas y mujeres trans competir en equipos femeninos escolares y universitarios, aunque algunas de estas normativas han sido impugnadas en tribunales.
La NCAA, el organismo que regula el deporte universitario, modificó su política a principios de este año para limitar la participación a deportistas que hayan sido asignadas como mujeres al nacer, un día después de la firma de la orden ejecutiva de Trump.
El propio Trump ha declarado que “la COI debería cambiar todo lo relacionado con este asunto ridículo” y ha hecho de esta política una piedra angular de su segundo mandato. Su gobierno considera esta medida como una “defensa de la equidad deportiva”, aunque críticos sostienen que en realidad apunta a una minoría extremadamente pequeña y vulnerable, y sirve como herramienta de polarización política.
Rumbo a Los Ángeles 2028: Un futuro incierto
Esta política se impone con miras a los próximos Juegos Olímpicos de Verano de Los Ángeles 2028, donde Estados Unidos será anfitrión. La implementación de estas restricciones desde ahora plantea una serie de interrogantes sobre la inclusión, el respeto a los derechos humanos y el futuro de los atletas transgénero en el deporte mundial.
Mientras el USOPC avanza en línea con la Casa Blanca, defensores de la inclusión prometen seguir luchando. “Esto no es justicia para las mujeres. Es discriminación con un barniz de legalidad”, dijo Goss Graves.
El conflicto entre ciencia, derecho, política y deporte parece estar lejos de resolverse, y el mundo entero observará de cerca cómo evoluciona esta controvertida política en el país que será la sede del mayor evento deportivo del planeta en apenas tres años.
Crédito fotográfico: Associated Press