EE.UU: Exdirectores de los CDC acusan a Robert F. Kennedy Jr. de poner en riesgo la salud de todos los estadounidenses

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THE LATIN VOX (1 de septiembre del 2025).-Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En una dura advertencia publicada en el New York Times, nueve exdirectores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) acusan a Robert F. Kennedy Jr., actual secretario de Salud y Servicios Humanos de EE. UU., de socavar el sistema de salud pública y de poner en peligro la vida de millones de personas.

Bajo el contundente título “Nosotros dirigimos los CDC: Kennedy está poniendo en peligro la salud de todos los estadounidenses”, los exfuncionarios —entre ellos figuras prominentes como Rochelle Walensky, Mandy Cohen y Tom Frieden— describen la gestión de Kennedy como “algo sin precedentes en la historia del país” y “simplemente inaceptable”.

“Sus decisiones deberían alarmar a todo estadounidense, sin importar su ideología política”, señalan.

Crisis en la agencia de salud pública

La carta se publica en medio de una creciente crisis institucional. La semana pasada, Kennedy intentó destituir a Susan Monarez, directora de los CDC nombrada por él mismo hace apenas unos meses.

Monarez se negó a abandonar el cargo y fue posteriormente despedida por el presidente Donald Trump, según declaraciones de sus abogados. El motivo: su negativa a respaldar las directrices que Kennedy pretendía imponer, en especial en relación con la política de vacunación.

Poco después, cientos de empleados de los CDC se manifestaron frente a la sede de la agencia en Atlanta, mientras tres altos directivos —Debra Houry, Demetre Daskalakis y Daniel Jernigan— presentaban su renuncia en señal de protesta.

Vacunas, ciencia y desinformación

Uno de los principales focos de conflicto ha sido el enfoque de Kennedy respecto a las vacunas y la ciencia médica. Conocido por su historial como escéptico de las vacunas, el ahora secretario ha priorizado supuestos “tratamientos alternativos” sin base científica y ha minimizado la importancia de la inmunización, incluso en medio de debates sobre nuevas variantes del COVID-19.

Los exdirectores afirman que Kennedy “ha reemplazado a expertos en comités federales de salud por individuos sin preparación, que comparten sus posturas peligrosas y alejadas de la evidencia científica”.

“Está cancelando investigaciones médicas cruciales que nos dejan indefensos ante futuras emergencias sanitarias”, advierten.

Un debate que llega hasta Trump

La controversia también ha salpicado al propio presidente Trump, quien en una publicación reciente en su red social Truth Social pidió a las farmacéuticas que “justifiquen” los resultados de las vacunas contra el COVID-19, desarrolladas durante su primer mandato bajo la iniciativa Operation Warp Speed.

“Muchos creen que fueron un milagro que salvó millones de vidas. ¡Otros no están de acuerdo!”, escribió Trump. “Quiero respuestas. Y las quiero AHORA.”

La Casa Blanca, por su parte, ha defendido a Kennedy, afirmando que tanto él como Trump buscan hacer que el sistema de salud “sea más accesible, más responsable y enfocado en su misión principal: proteger a los estadounidenses de enfermedades transmisibles”.

Sin embargo, los antiguos directores del CDC discrepan fuertemente. En su carta, afirman que durante sus gestiones “nunca dudaron de que sus líderes priorizaban la evidencia científica y protegían al personal de salud pública”.

Un futuro incierto para los CDC

Tras la destitución de Monarez, el gobierno ha nombrado como director interino del CDC a Jim O’Neill, exasesor del Departamento de Salud durante la administración de George W. Bush y actual inversor en biotecnología. Su designación, sin embargo, es temporal y requiere confirmación del Senado para ser permanente.

Los críticos temen que, bajo esta nueva dirección, los CDC se vean más politizados que nunca, debilitando su capacidad para enfrentar amenazas sanitarias globales y reducir la confianza pública en las recomendaciones médicas.

Un llamado urgente a la acción

El artículo del New York Times no solo es un diagnóstico alarmante del estado de la salud pública en Estados Unidos, sino también un llamado desesperado de quienes han dirigido la lucha contra epidemias y pandemias en las últimas décadas.

“Estamos viendo cómo se desmantela, pieza por pieza, la base de la salud pública estadounidense”, concluyen los firmantes. “No se trata de política. Se trata de proteger vidas.”

Crédito fotográfico: Vox


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