
THE LATIN VOX (6 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Un nuevo informe del FBI ha echado por tierra uno de los pilares retóricos de la campaña electoral del presidente Donald Trump en 2024: la supuesta «ola incontrolable de crímenes» durante la presidencia de Joe Biden.
Los datos oficiales del año 2024 muestran una reducción generalizada en todos los delitos violentos, alcanzando niveles históricos no vistos desde la década de 1960.
Crimen en descenso, retórica en ascenso
Según el informe anual Reported Crimes in the Nation Statistics, publicado este martes, el crimen violento en Estados Unidos disminuyó un 4,5% en 2024 respecto al año anterior. Los homicidios y asesinatos no negligentes cayeron un notable 14,5%, mientras que las violaciones bajaron un 5,2%, los robos un 8,9% y las agresiones agravadas un 3%.
Estas cifras contrastan directamente con las afirmaciones de Trump durante su campaña, donde acusó repetidamente a los demócratas de haber provocado un caos criminal en las ciudades que gobernaban.
En mayo de 2024, en plena cobertura de su juicio por pagos ilegales en Manhattan, Trump llegó a declarar: “La fiscalía se enfoca en mí mientras afuera la gente está siendo asaltada y asesinada. Nunca vi algo así en mi vida”. La realidad, según el FBI, fue otra.
Grandes ciudades, grandes descensos
Lejos de las predicciones apocalípticas del presidente, las cifras revelan que en ciudades con más de un millón de habitantes los homicidios descendieron un 19,1%, la caída más pronunciada de cualquier categoría del informe.
“El índice nacional de asesinatos en 2024 fue un 26% menor que en 2020 y, de hecho, ligeramente inferior al nivel prepandémico”, explicó Jeff Asher, analista criminal y autor del boletín Jeff-alytics. “Todo apunta a que 2025 podría cerrar con el índice de asesinatos más bajo jamás registrado”, agregó.
Cautela en la interpretación de datos
A pesar de los resultados alentadores, Asher y otros expertos advierten que las cifras deben analizarse con cautela. El FBI agregó el término “reportado” al título del informe para subrayar que los datos provienen de más de 16.000 agencias de seguridad —estatales, locales, universitarias y tribales— que participan de forma voluntaria.
“No todos los crímenes se reportan, ni todas las agencias informan cada año”, precisó Asher. Aun así, el volumen y la consistencia de los datos otorgan solidez a la tendencia descendente.
Un año de contrastes
En 2024 se registraron más de 14 millones de delitos en todo el país. Según el informe, se produjo un crimen violento cada 25,9 segundos, un asesinato cada 31,1 minutos y una violación cada 4,1 minutos. Aunque estas cifras pueden parecer alarmantes, representan los niveles más bajos en décadas.
Por otro lado, el informe también analizó crímenes de odio, violencia contra agentes del orden y delitos contra la propiedad. Los crímenes motivados por odio —ya sea por raza, religión, orientación sexual u otros factores— disminuyeron ligeramente, con 11.679 incidentes reportados en 2024, frente a los 11.862 del año anterior.
Sin embargo, organizaciones como el Instituto Árabe Americano advierten que estos datos pueden estar subestimados debido a problemas estructurales en el reporte y la recopilación.
“Estas cifras deben ser interpretadas con cautela”, señaló Maya Berry, directora ejecutiva del Instituto. “El subregistro crónico, las diferencias entre comunidades y la creciente politización de estos datos dificultan una lectura precisa. Pero sí dejan claro que hay una necesidad urgente de fortalecer las protecciones civiles”.
Policías en la mira
El informe destaca una preocupación creciente: 64 agentes de seguridad fueron asesinados en acto de servicio en 2024, 46 de ellos por armas de fuego. Otros 43 murieron en accidentes, la mayoría en incidentes vehiculares.
Además, los ataques a agentes alcanzaron un máximo en diez años: 85.730 oficiales fueron agredidos en el ejercicio de sus funciones. Se espera que la cifra de 2025 sea aún mayor, reflejando el fuerte aumento de agresiones reportadas contra agentes de inmigración desde que Trump inició su segundo mandato.
No obstante, fiscales han retirado numerosos cargos, argumentando que muchas de las denuncias eran infundadas o que las grabaciones mostraban que los acusados eran en realidad víctimas de fuerza excesiva.
¿Y ahora qué?
Los datos del FBI desmontan una de las narrativas más poderosas y repetidas de la campaña de Trump: que bajo el liderazgo demócrata, Estados Unidos se había sumido en el caos criminal. Sin embargo, el informe no solo desmiente esa versión, sino que también plantea preguntas incómodas sobre el uso político del miedo y la desinformación.
En una nación profundamente polarizada, las cifras pueden contar una historia, pero no garantizan que todos estén dispuestos a escucharla. El reto, una vez más, no está solo en los números, sino en la voluntad política de usarlos con responsabilidad.
Crédito fotográfico: Reuters