EE.UU: Florida comenzará a desalojar la polémica cárcel migratoria “Alcatraz del Caimán” tras fallo judicial

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THE LATIN VOX (28 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz

La cárcel migratoria de Florida conocida como “Alcatraz del Caimán” (Alligator Alcatraz) será desalojada en los próximos días, según confirmó un alto funcionario estatal, en lo que representa una victoria legal histórica para ambientalistas, defensores de derechos humanos y la tribu indígena Miccosukee.

El cierre del centro, una instalación improvisada en medio de los Everglades que llegó a albergar hasta 3,000 migrantes indocumentados, obedece a una orden emitida la semana pasada por la jueza federal Kathleen Williams, quien determinó que el centro debía ser desmantelado en un plazo máximo de 60 días.

El gobernador Ron DeSantis, aliado político del presidente Donald Trump y principal impulsor del proyecto, apeló la decisión, pero el proceso de evacuación ya comenzó.

En un correo electrónico citado por la agencia AP, Kevin Guthrie, director del Departamento de Gestión de Emergencias de Florida, confirmó que “probablemente estaremos en cero detenidos en unos pocos días”.

De prisión símbolo a centro de escándalos

Desde su apertura el 1 de julio de este año, el centro generó una ola de críticas a nivel nacional e internacional. Con carpas montadas en una pista aérea abandonada a 80 kilómetros de Miami, “Alcatraz del Caimán” fue descrito como una medida “temporal” para albergar a inmigrantes en proceso de deportación. Trump lo promocionó como una cárcel “para los más peligrosos del planeta”.

Pero las denuncias pronto comenzaron a acumularse. Organizaciones como la ACLU (Unión Americana de Libertades Civiles) y colectivos de derechos humanos documentaron graves abusos:

  • Detenciones prolongadas sin cargos formales
  • Restricción al acceso a abogados
  • Falta de audiencias de fianza
  • Alimentos en mal estado, con gusanos
  • Inodoros sin funcionar y pisos inundados con aguas residuales
  • Fallas graves en el aire acondicionado, provocando temperaturas extremas
  • Desapariciones del sistema federal de localización de detenidos

Impacto ambiental irreparable

La otra gran batalla legal giró en torno al impacto ecológico. Una coalición de grupos ambientalistas y la tribu Miccosukee demandaron al estado por los daños irreversibles al frágil ecosistema de los Everglades.

Alegaron que la construcción del centro —realizada de forma acelerada en junio— violó múltiples leyes ambientales y puso en riesgo décadas de restauración financiadas con miles de millones de dólares.

La jueza Williams respaldó estos argumentos en su fallo de 82 páginas, donde ordenó que no se traigan nuevos detenidos al sitio y que una vez desalojado, se retiren todas las infraestructuras instaladas, como cercas, generadores eléctricos y sistemas de iluminación.

Silencio oficial, protesta ciudadana

Mientras los autobuses comienzan a salir del centro con los últimos detenidos, el gobierno estatal guarda silencio. La oficina de Guthrie no respondió a preguntas de la prensa, y DeSantis no ha emitido declaraciones más allá de la apelación judicial.

Desde julio, manifestantes se mantuvieron casi de forma permanente a las afueras del complejo. Esta semana, celebraron la decisión judicial como “una señal de esperanza en medio de una política migratoria cada vez más deshumanizante”.

El congresista demócrata Maxwell Frost, que visitó el lugar la semana pasada, afirmó que solo quedaban entre 300 y 350 personas detenidas, muchas sin antecedentes penales ni procesos activos.

¿Fin de una era o cambio de estrategia?

El cierre de “Alcatraz del Caimán” no implica el fin de la política migratoria agresiva de Florida. De hecho, el estado ya ha comenzado la construcción de una nueva cárcel migratoria en el norte, bautizada por DeSantis como el “Depósito de Deportaciones”.

Sin embargo, este revés judicial podría obligar al gobierno estatal a replantear sus métodos y cumplir con estándares mínimos de derechos humanos y protección ambiental.

Por ahora, lo que queda es una advertencia clara de los tribunales: ni la urgencia política ni la ideología justifican la negligencia humana ni el daño ecológico.

Crédito fotográfico: WLRN


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