
THE LATIN VOX (2 de octubre del 2025).- Por Francisco Valdiviezo Cruz
La música y la política están a punto de colisionar en el escenario más visto de la cultura popular estadounidense: el espectáculo de medio tiempo del Super Bowl.
La confirmación de que el rapero puertorriqueño Bad Bunny será la estrella del show en 2026 vino acompañada de una advertencia inusual: agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas de Estados Unidos (ICE) estarán presentes en el evento, según declaró Corey Lewandowski, asesor cercano de Donald Trump y actual funcionario del Departamento de Seguridad Nacional.
En una entrevista en The Benny Show, Lewandowski aseguró que la presencia de ICE no será meramente simbólica. “No hay refugio seguro para las personas que están en este país ilegalmente. Ni siquiera en el Super Bowl. Las encontraremos, las detendremos y las deportaremos”, afirmó.
El anuncio ha generado polémica, no solo por la dureza del mensaje, sino porque se dirige de manera indirecta al propio artista. Lewandowski calificó como “vergonzosa” la decisión de la NFL de elegir a Bad Bunny, ganador de tres premios Grammy, al que acusó de “odiar a Estados Unidos”.
Música bajo vigilancia
Bad Bunny, convertido en uno de los artistas más influyentes del planeta gracias a discos como Un Verano Sin Ti, ha cultivado una relación compleja con Estados Unidos. Aunque ha llenado estadios en Miami, Nueva York y Los Ángeles, decidió no realizar gira en el país este año, en parte, según dijo, por el temor a que “el ICE estuviera afuera de mis conciertos”.
El intérprete, sin embargo, negó cualquier animadversión hacia el público estadounidense. “He disfrutado conectar con los latinos que viven en EE.UU., todos mis shows allí han sido exitosos y mágicos”, señaló recientemente en una entrevista.
Un espectáculo con tensión política
El Super Bowl de 2026 se celebrará el 8 de febrero en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. Será la primera vez que Bad Bunny encabece el espectáculo de medio tiempo, en una colaboración de la NFL con Apple Music y Roc Nation. Pero la presencia anunciada de ICE plantea un escenario inédito: un evento cultural masivo convertido en escenario de la política migratoria más agresiva de la era Trump.
Para la comunidad latina, que constituye uno de los públicos más numerosos y fieles de la NFL y de Bad Bunny, la amenaza podría leerse como un gesto intimidatorio. En palabras de Lewandowski, “el Super Bowl no será un lugar de exclusión para quienes están en el país ilegalmente”.
Más que un show
La elección del artista caribeño no es casual. Su histórica residencia en Puerto Rico reunió a medio millón de fanáticos en septiembre y su presencia lidera las nominaciones en los Latin Grammy. En este contexto, el espectáculo del Super Bowl se perfila como un reconocimiento de su impacto cultural global.
Sin embargo, el despliegue de ICE promete transformar un momento de celebración en un símbolo de la política divisiva de Washington. El medio tiempo del fútbol americano podría convertirse en mucho más que un show: en un escenario donde se midan las tensiones entre inclusión cultural y exclusión política.
Crédito fotográfico: Rolling Stone Magazine