El gobierno de Estados Unidos ha pedido a India que coopere con las autoridades canadienses en la investigación del asesinato de un ciudadano canadiense en Nueva Delhi el pasado mes de agosto. El canadiense, identificado como Jasmeet Singh, fue apuñalado hasta la muerte por un grupo de hombres enmascarados cerca de su hotel. Según los informes, Singh era un activista por los derechos de los sijs y había viajado a India para asistir a una boda.
La portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., Jen Psaki, dijo en una rueda de prensa que EE.UU. está “profundamente preocupado” por el asesinato de Singh y que espera que India “coopere plenamente” con la investigación canadiense. Psaki añadió que EE.UU. apoya el derecho de los sijs a expresar pacíficamente sus opiniones y que condena cualquier acto de violencia contra ellos.
El primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, también expresó su consternación por el asesinato de Singh y dijo que su gobierno está trabajando con las autoridades indias para esclarecer los hechos. Trudeau afirmó que Canadá se toma muy en serio la seguridad de sus ciudadanos en el extranjero y que no tolerará ningún ataque contra ellos.
El asesinato de Singh ha generado una ola de indignación entre la comunidad sij de Canadá, que acusa al gobierno indio de estar detrás del crimen. Los sijs canadienses han organizado varias protestas y vigilias para exigir justicia para Singh y para denunciar la represión que sufren los sijs en India. Los sijs son una minoría religiosa en India que reclama la independencia de un estado propio llamado Khalistán.