
THE LATIN VOX (15 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un momento en que la política monetaria de Estados Unidos vuelve a ocupar el centro del debate político, el director ejecutivo de JP Morgan Chase, Jamie Dimon, lanzó un firme mensaje en defensa de la independencia de la Reserva Federal, en medio de crecientes presiones del presidente Donald Trump para forzar una drástica reducción de las tasas de interés.
Dimon calificó la autonomía del banco central como “absolutamente crítica” y advirtió que cualquier intento de politizar su funcionamiento podría tener consecuencias contraproducentes. “No se puede jugar con la Fed. Hacerlo podría provocar exactamente lo opuesto de lo que uno espera lograr”, declaró durante la presentación de los resultados trimestrales del mayor banco de Estados Unidos.
Trump vs. Powell: una batalla prolongada
Las declaraciones de Dimon llegan en un contexto de tensión creciente entre la Casa Blanca y el presidente de la Fed, Jerome Powell. A pesar de que su mandato expira en mayo de 2026, el secretario del Tesoro, Scott Bessent, confirmó esta semana que ya ha comenzado formalmente el proceso para elegir a su sucesor.
Esto ocurre mientras Trump intensifica sus ataques personales contra Powell, a quien ha calificado de “muy tonto” y “gran perdedor”. La semana pasada, el presidente publicó una nota manuscrita dirigida a Powell en sus redes sociales: “Le has costado una fortuna a EE.UU. y lo sigues haciendo. Debes bajar la tasa, ¡y mucho!”
La respuesta implícita de Powell llegó con el más reciente dato de inflación: 2,7% en junio, frente al 2,4% de mayo, un repunte que muchos atribuyen a las políticas arancelarias impulsadas por el propio Trump. “No es el momento de bajar las tasas sin control cuando el riesgo inflacionario sigue presente”, sugieren varios economistas cercanos al banco central.
Una sucesión anticipada
Aunque el secretario del Tesoro ha declarado que “el presidente Trump no planea despedir a Jay Powell”, su comentario fue matizado por Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional y posible sucesor de Powell, quien dijo que “se está considerando su destitución”. Esto ha sembrado incertidumbre en los mercados financieros, ya golpeados en abril por una venta masiva de bonos que fue en parte atribuida a la retórica presidencial contra la Fed.
En contraste, Powell fue ovacionado recientemente durante una conferencia del Banco Central Europeo en Sintra, Portugal, cuando se le preguntó sobre los ataques del presidente estadounidense. La escena fue interpretada como una muestra de solidaridad internacional con el jefe del banco central más influyente del mundo.
Un dilema institucional con implicaciones globales
Para los inversores y los observadores globales, la independencia de la Reserva Federal no es un tecnicismo: es la piedra angular de la credibilidad económica estadounidense. Una Fed que actúe bajo presión política podría perder su capacidad para controlar la inflación de forma efectiva, desestabilizar los mercados y debilitar la confianza global en el dólar.
“Un banco central independiente es fundamental para mantener la disciplina y evitar el cortoplacismo político en decisiones que afectan a millones”, concluyó Dimon.
Con el reloj marcando hacia mayo del próximo año y las elecciones presidenciales cada vez más cerca, el futuro de Jerome Powell —y la estabilidad de la política monetaria estadounidense— parece más incierto que nunca. Y lo que ocurra en Washington no solo afectará a Wall Street, sino al equilibrio económico mundial.
Crédito fotográfico: Business Insider