
THE LATIN VOX (29 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La Casa Blanca nombró a Jim O’Neill, actual subsecretario de Salud y cercano colaborador de Robert F. Kennedy Jr., como director interino de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), en medio de una creciente tormenta política y sanitaria desatada por la destitución de Susan Monarez.
Monarez, experta en enfermedades infecciosas confirmada en el cargo hace apenas un mes, fue apartada el miércoles mediante un comunicado del Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS). Sin embargo, sus abogados sostienen que la decisión es inválida y aseguran que solo el presidente Donald Trump puede destituirla legalmente.
“Como funcionaria designada por el presidente y confirmada por el Senado, únicamente el propio presidente puede removerla”, declaró su abogado Mark Zaid. La defensa de Monarez acusa al gobierno de intentar forzar su salida debido a su negativa a respaldar políticas que calificó de “anticientíficas y peligrosas”.
Una renuncia en cadena dentro del CDC
La crisis no terminó con la destitución de Monarez. Cuatro altos responsables del organismo –Debra Houry, Daniel Jernigan, Jennifer Layden y Demetre Daskalakis– presentaron su renuncia en protesta por lo que describieron como “interferencia política, recortes presupuestarios y desinformación” impulsados por la administración Trump y el secretario Kennedy.
Jernigan, hasta ahora jefe de seguridad de vacunas, afirmó que la “gota que colmó el vaso” fue la presión directa para revisar y modificar estudios sobre la seguridad de las vacunas, con el objetivo de dar credibilidad a la desacreditada teoría que las vincula con el autismo.
O’Neill, un perfil ajeno a la ciencia
La designación de Jim O’Neill ha generado nuevas críticas. Exejecutivo de inversiones y antiguo colaborador del magnate tecnológico Peter Thiel, O’Neill carece de formación médica o científica. Su carrera incluye un paso como redactor de discursos en el Departamento de Salud durante el gobierno de George W. Bush y la creación de la Thiel Fellowship, un programa para jóvenes emprendedores que abandonan la universidad a cambio de financiamiento privado.
En su audiencia de confirmación como subsecretario en junio, O’Neill elogió a Kennedy por su gestión de un brote de sarampión en Texas, comentario que senadores demócratas como Elizabeth Warren han recuperado para cuestionar su idoneidad.
“Trump está purgando la cúpula del CDC y poniendo al mando a alguien que aplaudió la gestión de Kennedy mientras los casos de sarampión alcanzaban un récord histórico”, denunció Warren en redes sociales.
Una batalla política en torno a las vacunas
El trasfondo de esta crisis es el intento de Robert F. Kennedy Jr., figura clave del movimiento antivacunas y actual secretario de Salud, de rediseñar la política nacional en materia de inmunizaciones. Bajo su liderazgo, el HHS ha reducido fondos de investigación, limitado el uso de vacunas contra la Covid-19 y excluido a comités asesores independientes.
Monarez, que se resistió a aplicar estas directrices, se ha convertido en símbolo de resistencia para sectores científicos y políticos. El senador Bernie Sanders calificó su despido de “indignante” y exigió una audiencia en el Congreso. “Las vacunas salvan vidas. Punto”, escribió en X.
Mientras la disputa legal sobre su permanencia en el cargo continúa, el CDC enfrenta una crisis de liderazgo en uno de los momentos más delicados para la salud pública en Estados Unidos.
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