
THE LATIN VOX (29 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La gobernadora de la Reserva Federal de Estados Unidos, Lisa Cook, presentó ayer jueves una demanda contra el presidente Donald Trump, acusándolo de llevar a cabo un “intento sin precedentes e ilegal” de removerla de su cargo, en lo que ella considera un ataque directo a la independencia del banco central.
El caso, presentado en un tribunal federal de Washington, abre la puerta a una batalla legal que podría terminar en la Corte Suprema y que ya ha encendido las alarmas en los mercados financieros y entre economistas de todo el espectro político.
La ofensiva de Trump
El lunes, Trump anunció que destituía de manera “inmediata” a Cook, alegando que la funcionaria había falseado información en una solicitud hipotecaria de una segunda vivienda. La acusación, procedente de uno de sus aliados, no ha sido confirmada.
Cook, sin embargo, se negó a ceder el puesto y respondió: “El presidente no tiene autoridad para despedirme. Continuaré ejerciendo mis funciones para ayudar a la economía estadounidense”.
Cook, designada en 2022 por Joe Biden y cuyo mandato se extiende hasta 2038, es miembro de la Junta de Gobernadores de la Fed y participa en el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC), responsable de fijar las tasas de interés. Fue la primera mujer afroamericana en ocupar un asiento en la máxima instancia del banco central.
Argumentos legales y constitucionales
La demanda sostiene que la Ley de la Reserva Federal de 1913 solo permite la destitución de un gobernador “por causa justificada”, algo que –según la defensa de Cook– no aplica en este caso. El escrito también denuncia una violación a su derecho al debido proceso, ya que la economista se enteró de su remoción a través de una publicación de Trump en la red social Truth Social, y no mediante notificación oficial.
“Una acusación sin pruebas sobre solicitudes hipotecarias privadas no constituye causa justificada”, afirman los documentos judiciales, que califican el movimiento presidencial como un intento de controlar la Fed para imponer su agenda política.
Reacciones divididas
Un portavoz de la Casa Blanca, Kush Desai, defendió la decisión de Trump alegando que la remoción “fortalece la rendición de cuentas y credibilidad de la Fed” al sacar a una funcionaria “acusada de mentir en documentos financieros”.
Sin embargo, expertos en política monetaria alertaron que permitir que el presidente remueva a gobernadores por discrepancias de política destruiría la independencia del banco central, un principio que ha sido “un pilar durante más de un siglo”.
Más allá de un caso personal
El episodio ocurre en medio de la presión constante de Trump sobre la Fed para que reduzca las tasas de interés, pese a que el organismo ha insistido en evaluar primero los efectos de los aranceles y las políticas migratorias impulsadas por la administración.
La eventual salida de Cook le daría al presidente la oportunidad de designar un sustituto, acercándolo a su objetivo declarado de tener mayoría en la junta de siete miembros y, según sus palabras, “bajar un poco las tasas lo antes posible”.
La demanda de Cook no solo pone en entredicho el futuro de su cargo, sino que también se ha convertido en una prueba de fuego para la independencia institucional de la Reserva Federal, considerada uno de los pilares de la estabilidad económica de Estados Unidos.
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