THE LATIN VOX (4 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Tras una serie de obstáculos internos y tensiones dentro de su propio partido, el republicano Mike Johnson logró finalmente asegurar la presidencia de la Cámara de Representantes de Estados Unidos este viernes. A pesar de enfrentar la resistencia de algunos miembros de su propia bancada, Johnson, respaldado por el expresidente Donald Trump, logró obtener los 218 votos necesarios para asumir el cargo en la primera ronda de votación.
El proceso, que estuvo marcado por una tensión palpable, comenzó con tres republicanos que inicialmente votaron por otros candidatos. Sin embargo, dos de ellos, incluidos los representantes Ralph Norman de Carolina del Sur y Thomas Massie de Kentucky, cambiaron de voto antes de la conclusión del proceso, asegurando así la victoria de Johnson. A pesar de esta victoria ajustada, todos los demócratas votaron en bloque por el líder de la minoría, Hakeem Jeffries, quien no logró desbancar a Johnson.
Con una mayoría estrecha en la Cámara de 219 a 215, Johnson no podía permitirse perder ni un solo voto más, dado que cualquier voto en contra podría haber significado una repetición de las múltiples rondas de votación que caracterizaron la elección de su predecesor, Kevin McCarthy, en enero de 2023. En esa ocasión, la elección de McCarthy requirió 15 rondas de votación, un proceso caótico que evidenció la profunda división dentro del Partido Republicano.
La carrera hacia la Presidencia de la Cámara: Desafíos internos y negociaciones
La victoria de Johnson no estuvo exenta de desafíos. A lo largo de la semana, varios miembros de su partido habían expresado reservas sobre su liderazgo, principalmente debido a la falta de garantías en torno a temas cruciales como los recortes presupuestarios. De hecho, Ralph Norman había votado inicialmente por un tercer candidato, antes de cambiar su voto hacia Johnson tras recibir ciertas promesas sobre reformas fiscales y compromisos para reducir el tamaño del gobierno federal.
Justo antes de la votación, Johnson lanzó un último intento por asegurar el apoyo de sus compañeros, prometiendo reformar el sistema fiscal y comprometiéndose a crear un grupo de trabajo independiente para revisar el gasto gubernamental.
Además, en un mensaje publicado en la red social X, Johnson aseguró que trabajaría para «avanzar la agenda América Primero» de Donald Trump, y para implementar un control más riguroso sobre el gasto federal. También se comprometió a investigar prácticas «irresponsables o ilegales» en las agencias gubernamentales.
El impacto del respaldo de Trump y las tensiones internas
El respaldo de Trump fue fundamental en la ascensión de Johnson a la presidencia de la Cámara. Se sabe que Johnson y su equipo trabajaron intensamente detrás de las cámaras para asegurar apoyo de diferentes facciones dentro del Partido Republicano, incluidas reuniones estratégicas en Mar-a-Lago con el expresidente.
Sin embargo, su relación con Trump no ha estado exenta de controversia. En el último año, su apoyo a la ayuda a Ucrania y sus concesiones a Elon Musk respecto al gasto gubernamental fueron puntos conflictivos para varios republicanos, que pedían un enfoque más estricto en los recortes presupuestarios para cumplir con la agenda conservadora.
Victoria Spartz, representante de Indiana, expresó públicamente sus dudas sobre el compromiso de Johnson con los principios del Partido Republicano, pidiendo un plan claro de su parte para asegurar el cumplimiento de las promesas de recorte de gasto. «Si el presidente Johnson quiere ser presidente de la Cámara, entonces necesita presentar un plan y comprometerse con él», dijo Spartz en una entrevista reciente en Fox News.
Un futuro incierto para la Cámara de Representantes
A pesar de su victoria, el camino hacia la estabilidad política para Mike Johnson en la Cámara de Representantes sigue siendo incierto. El Partido Republicano enfrenta profundas divisiones internas, especialmente en temas como el gasto gubernamental y la política exterior.
Mientras que Johnson ha logrado obtener el liderazgo, la verdadera prueba de su capacidad para gobernar llegará en los próximos meses, cuando tendrá que manejar una Cámara fragmentada, marcada por las diferencias dentro de su propio partido y los retos impuestos por la agenda de la Casa Blanca y el Senado controlado por los demócratas.
Con un presidente republicano como Trump que sigue teniendo un peso significativo dentro del partido y una Cámara dividida, Johnson tendrá que encontrar un equilibrio entre las distintas facciones republicanas si desea evitar una repetición del caos legislativo que caracterizó la elección de McCarthy el año pasado.
La historia de la presidencia de la Cámara de Johnson será escrita en los próximos meses, pero por ahora, su victoria es una victoria del establishment republicano y un paso más en su ascenso a los primeros planos del poder político en Washington D.C.
Crédito fotográfico: CBS News