
THE LATIN VOX (25 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un giro polémico, Pete Hegseth, expresentador de Fox News y comentarista de extrema derecha, ha sido confirmado como el nuevo secretario de Defensa de Estados Unidos. La confirmación se logró gracias al voto decisivo del vicepresidente JD Vance, luego de una votación empatada en el Senado, con 50 votos a favor y 50 en contra.
Mientras que la mayoría de los republicanos apoyaron su nominación, todos los senadores demócratas votaron en contra, y tres senadores republicanos – Mitch McConnell, Susan Collins y Lisa Murkowski – expresaron su oposición debido a preocupaciones sobre su historial personal y su falta de experiencia en el sector militar.
Hegseth, conocido por sus controvertidas opiniones sobre temas sociales y militares, se convierte en el foco de atención no solo por su ideología política, sino también por las múltiples acusaciones que han surgido en su contra. En las últimas semanas, se han revelado denuncias de abuso sexual y de alcoholismo en su lugar de trabajo, lo que ha elevado las críticas hacia su idoneidad para un cargo tan sensible.
Además de estas acusaciones, Hegseth se ha visto envuelto en controversias relacionadas con su simpatía por símbolos de extrema derecha. Expertos en extremismo han señalado que su tatuaje, que cubre su brazo, contiene imágenes asociadas con grupos neo-nazis y de extrema derecha.
Por otro lado, su postura en relación a la participación de mujeres en roles de combate también ha sido objeto de críticas, ya que ha expresado públicamente que las mujeres no deberían servir en el frente de batalla.
En su libro de 2020 American Crusade, Hegseth expone su visión de un Estados Unidos al borde de una guerra civil, enfrentado a lo que él considera una amenaza existencial proveniente de la izquierda. Esta perspectiva radical se refleja en sus declaraciones durante la audiencia de confirmación, en la que rechazó las preguntas sobre su historial personal, calificándolas como “calumnias anónimas” y “falsas”.
Sin embargo, el momento más tenso de la audiencia se dio cuando la senadora demócrata Elissa Slotkin cuestionó a Hegseth sobre su disposición a rechazar órdenes inconstitucionales y su postura respecto al uso del ejército contra civiles estadounidenses. Hegseth evitó una respuesta directa, algo que generó más incertidumbre sobre su enfoque en el cargo.
A pesar de las críticas y las denuncias que empañan su candidatura, Hegseth logró el apoyo inquebrantable de los aliados del expresidente Donald Trump, quienes lo consideran un defensor firme de sus políticas, especialmente en lo que respecta a la reforma del Pentágono y la eliminación de las políticas de diversidad, equidad e inclusión en las fuerzas armadas.
Una de las sorpresas más notables fue el respaldo de la senadora Joni Ernst, veterana de combate y sobreviviente de abuso sexual, quien inicialmente había expresado dudas sobre la nominación de Hegseth.
Sin embargo, tras la audiencia de confirmación, Ernst anunció su apoyo, confiando en que Hegseth cumpliría sus compromisos de auditar el Pentágono y mantener altos estándares para la inclusión de mujeres en roles de combate.
Con la confirmación de Hegseth, la administración de Trump sigue consolidando una visión de defensa que se aleja de las normativas tradicionales, priorizando una cultura guerrera y un enfoque más combativo frente a los desafíos tanto internos como externos del país.
En este contexto, se abre un nuevo capítulo en la política militar de Estados Unidos, donde el debate sobre la profesionalización, la inclusión y la ética dentro del ejército se intensificará, especialmente bajo un liderazgo tan polarizador como el de Hegseth.
Esta confirmación ha dejado claro que, en la actual política estadounidense, la división entre los partidos sigue siendo profunda, y los cargos clave del gobierno federal, como el de secretario de Defensa, siguen siendo terreno fértil para disputas ideológicas y personales que marcarán el rumbo del país en los próximos años.
Crédito fotográfico: NDTV