EE.UU. pierde 5,700 millones de dólares por el desplome del turismo canadiense

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THE LATIN VOX (12 de octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El turismo estadounidense atraviesa su momento más difícil en años. La llegada de visitantes internacionales —especialmente de Canadá, su principal mercado— ha caído en picada, dejando un agujero de 5,700 millones de dólares americanos en los ingresos turísticos del país, según un reciente informe de la U.S. Travel Association.

El golpe más duro proviene del norte. Desde que Donald Trump regresó a la Casa Blanca en enero, cada vez menos canadienses cruzan la frontera, tanto por aire como por tierra. En octubre, los viajes aéreos desde Canadá hacia EE.UU. se redujeron un 24 %, y los viajes por carretera, un 30 % respecto al año anterior. Son ya diez meses consecutivos de descenso.

“Este sector es intensivo en mano de obra y uno de los mayores empleadores en muchos estados”, explicó Usha Haley, profesora de gestión en la Universidad Estatal de Wichita (Kansas). “La caída del turismo impacta en la ocupación hotelera, en los empleos y en la recaudación fiscal municipal. Es un efecto dominó”.

Frialdad diplomática y efectos económicos

El descenso en las visitas canadienses coincide con un nuevo deterioro en las relaciones bilaterales. Desde su retorno al poder, Trump ha reactivado tensiones comerciales, imponiendo aranceles adicionales a productos canadienses y rompiendo negociaciones tras la publicación de un anuncio del gobierno de Ontario en contra de sus políticas.

El presidente estadounidense ha llegado incluso a calificar a Canadá como “el 51º estado”, un comentario que ha generado rechazo y que, según analistas, ha influido en la decisión de muchos canadienses de boicotear los viajes al país vecino.

Trump, por su parte, ha restado importancia a la situación. “Es algo que se resolverá. Todavía hay un gran amor entre los dos países”, declaró el mes pasado. Sin embargo, sus posteriores declaraciones y medidas parecen contradecir ese tono conciliador.

Un déficit turístico sin precedentes

La caída de visitantes extranjeros no solo afecta a las regiones fronterizas, sino también al equilibrio comercial del país. Tradicionalmente, Estados Unidos ha mantenido un superávit en su balanza de viajes: recibía más turistas internacionales de los que enviaba al exterior.

Pero 2025 marcará un cambio histórico: el informe prevé un déficit de casi 70,000 millones de dólares, ya que más estadounidenses viajan al extranjero mientras el flujo de turistas internacionales se seca.

Haley confía en que ese déficit sirva de llamada de atención: “Si algo preocupa a esta administración son los desequilibrios comerciales. Quizás eso haga que miren al turismo con mayor seriedad”.

Los “snowbirds” buscan otros cielos

Entre los canadienses desencantados está Rena Hans, una jubilada de Toronto que durante años pasaba sus inviernos en Florida. Aunque posee un condominio allí, asegura que no piensa volver “mientras Trump esté en el poder”.

“¿Por qué debería darle mi dinero a un país cuyo presidente insulta a Canadá y pone trabas al comercio?”, se pregunta. En su lugar, Hans planea viajar a Costa Rica, las Islas Turcas y Caicos, China y Taiwán. “No puedo votar en Estados Unidos, pero puedo votar con mi dinero”, afirma.

Su postura no es aislada. Una encuesta del instituto Angus Reid reveló que siete de cada diez canadienses se sienten incómodos viajando a Estados Unidos este invierno. Las principales razones: solidaridad con Canadá, preocupación por el clima político estadounidense y temor a los controles fronterizos intensificados por las nuevas políticas migratorias.

Una de esas medidas, introducida en abril, obliga a ciertos visitantes —incluidos canadienses que permanezcan más de 29 días— a registrarse, ser fotografiados, tomar huellas dactilares y pagar una tasa de 30 dólares. “Es absurdo aplicar esto a jubilados que gastan miles de dólares en Florida”, lamenta Hans.

Incentivos desesperados en la frontera

Ante el desplome, las regiones fronterizas intentan recuperar a su clientela canadiense. En el estado de Montana, la organización Discover Kalispell ha lanzado un “Canadian Welcome Pass”, que ofrece descuentos en restaurantes, hoteles y comercios locales.

“Extrañamos a nuestros vecinos del norte”, admite Diane Medler, directora ejecutiva del grupo turístico.

En Kalispell, el gasto con tarjetas internacionales cayó un 39 % entre enero y septiembre.

El My Place Hotel de la ciudad, donde los clientes canadienses representaban buena parte de la clientela, ha visto una caída del 40 %. Su gerente, Bryce Baker, ofrece ahora un 26 % de descuento a los visitantes canadienses. “Queremos que sepan que los valoramos y los esperamos de vuelta”, dice.

Mirando hacia 2026

La U.S. Travel Association mantiene cierta esperanza: pronostica una recuperación en 2026, impulsada por dos grandes eventos —el Mundial de la FIFA y la celebración del 250 º aniversario de la independencia estadounidense.

Aun así, no está claro si los canadienses volverán a cruzar la frontera con el mismo entusiasmo. “La confianza se tarda años en construir y segundos en destruir”, advierte Haley.

Por ahora, mientras las playas de Florida y los parques de Montana se vacían de acentos canadienses, parece que muchos turistas del norte seguirán prefiriendo el sol del Caribe o los paisajes de Asia a las tensiones políticas del sur.

Fuente: CBC News

Crédito fotográfico: Radio Canada


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