
THE LATIN VOX (10 de agosto del 2025).- Por Daniela Medina.
La NASA, bajo la dirección interina del secretario de Transporte Sean Duffy, ha acelerado sus esfuerzos para desarrollar e instalar un reactor de fisión nuclear de 100 kilovatios en la superficie lunar antes de 2030, según han adelantado diversos medios especializados.
Esta iniciativa forma parte del programa Artemis y busca cimentar una presencia sostenible de EE.UU. en la Luna mientras compite con China y Rusia en una nueva carrera espacial.
Motivaciones clave: Energía constante y liderazgo geoestratégico
Con noches lunares de hasta 14 días de oscuridad y sombras permanentes en cráteres polares, los paneles solares resultan insuficientes como fuente energética sostenible. Un reactor nuclear no solo garantizaría suministro continuo para hábitats, sistemas de comunicación y laboratorios, sino que también permitiría instalaciones duraderas en regiones ricas en recursos como el polo sur lunar.
La urgencia se intensifica ante los planes anunciados por China y Rusia para construir su propio reactor lunar para mediados de los años 2030. Duffy señaló que el país que logre instalar el primero podría establecer zonas de exclusión («keep-out zones»), limitando el acceso de otros a áreas críticas del satélite natural.
Trayectoria tecnológica: De prototipos a pruebas reales
El proyecto tiene sus raíces en el Fission Surface Power Project de NASA, lanzado en 2022 en colaboración con el Departamento de Energía. En esa etapa, se buscaba desarrollar reactores compactos de hasta 40 kW.
Los contratos se asignaron a Lockheed Martin, Westinghouse y la alianza Intuitive Machines–X-Energy con el fin de diseñar sistemas con capacidad, eficiencia energética y tolerancia a entornos extremos.
Ahora, la NASA apunta más alto: solicita propuestas industriales para acelerar el diseño y construir un reactor lunar de 100 kW en menos de cinco años. Se espera que en 60 días se designe a la empresa líder y que para 2026 ya existan contratistas finales.
Obstáculos técnicos y críticas expertas
El cronograma propuesto es calificado por varios expertos como ambicioso —e incluso “iluso”—, considerando los retos técnicos, logísticos y regulatorios involucrados. La adaptación a temperaturas extremas, el manejo de seguridad nuclear, la radiación y los conflictos vectoriales son desafíos persistentes.
La Dra. Kathryn Huff calificó el plazo como “poco realista” dado el panorama presupuestario de la NASA, mientras que Joseph Cirincione subrayó que la gestión de este tipo de grandes proyectos espaciales requiere tiempos más prolongados y planificación detallada.
Marco legal internacional: Infraestructura con impacto y normas vigentes
Aunque el tratado del espacio exterior de 1967 prohíbe reivindicaciones de soberanía sobre cuerpos celestes, admite la instalación de infraestructura como bases o reactores, siempre y cuando se respeten consultas y transparencia entre naciones. El uso de energía nuclear en la Luna es legal si se lleva a cabo de manera responsable.
Según la experta en derecho espacial Michelle Hanlon, quien contribuyó al análisis, el país pionero en desplegar dicha infraestructura podría moldear la interpretación práctica de estas normas y establecer precedentes de control territorial tácito.
Perspectivas y lo que viene
| Aspecto | Detalles clave |
|---|---|
| Objetivo histórico | Reactor lunar de 100 kW para 2030 |
| Iniciativa previa | Proyecto de 40 kW desde 2022 |
| Motivación estratégica | Energía constante, presencia lunar, liderazgo espacial |
| Competencia internacional | China y Rusia planean similar reactor para mediados de los 2030 |
| Desafíos técnicos | Lanzamiento seguro, temperaturas extremas, seguridad nuclear |
| Contexto legal | Permitido según el derecho espacial si sigue normativas de transparencia |
| Cronograma hipotético | Ejecutivo designado en 60 días, contratos finales en 2026, instalación antes de 2030 |
Conclusión
El ambicioso plan de EE.UU. de instalar un reactor nuclear en la Luna representa un hito sin precedentes en exploración espacial e infraestructura extraterrestre. Si se cumple, marcaremos una nueva era, trascendiendo la mera conquista; se trataría de construir el ecosistema sostenible para nuestra expansión hacia el cosmos.
Queda por verse si el tiempo, la ciencia y la diplomacia permitirán hacer realidad esta visión antes del fin de la década.
Fuente: CTV News
Foto: Google Images