THE LATIN VOX (26 de noviembre de 2025).- Por Daniela Medina.
A finales de noviembre de 2025, Estados Unidos, en coordinación con autoridades ucranianas, presentó una versión modificada de su controvertido plan de paz para poner fin al conflicto en Ucrania. El anuncio ha generado expectativas, pero también fuertes críticas de varios actores internacionales incluidos aliados europeos y el gobierno de Kiev que advierten sobre las graves concesiones territoriales y militares que implicaba la versión original.
Origen y contenido del plan original
En noviembre, la administración de Donald J. Trump puso sobre la mesa un plan de paz de 28 puntos negociado con aportes de Rusia que buscaba una salida diplomática al conflicto, tras casi cuatro años de guerra iniciada por la invasión rusa de 2022.
Entre sus principales puntos:
- Ceder a Moscú amplias zonas del este de Ucrania, incluyendo gran parte del Donbás bajo control de Kiev.
- Limitar el tamaño del ejército ucraniano (reducciones drásticas en efectivos).
- Prohibir la adhesión de Ucrania a la OTAN.
- Reconocer al ruso como idioma oficial en algunas regiones, y otorgar estatus a la rama ucraniana de la Iglesia Ortodoxa Rusa postulados que generaron alarma en muchos sectores.
El plan provocó rechazo inmediato en Kiev, en Bruselas y entre varios países europeos, quienes advirtieron que semejante acuerdo sembraría los cimientos de una paz débil y de futuras agresiones.
Revisión: de 28 a 19 puntos qué cambió
Tras intensas negociaciones en Ginebra entre representantes de EE. UU. y Ucrania, se acordó revisar profundamente la propuesta. El resultado: un nuevo borrador reducido a 19 puntos, en el que se descartaron algunas de las cláusulas más polémicas.
Los cambios más significativos:
- Las negociaciones territoriales ahora deberían partir desde la línea de contacto vigente, sin reconocimiento automático de territorios ocupados por Rusia.
- Se elimina al menos por ahora la exigencia de que Ucrania limite drásticamente su ejército o renuncie a futuras aspiraciones de integración a la OTAN como condición.
- Se reafirma la soberanía ucraniana, según declaraciones oficiales: cualquier acuerdo debe respetar su integridad territorial.
Según funcionarios de Kiev, estos cambios hacen al plan “más realista” e “aceptable” que la versión original.
Reacciones internacionales: esperanza con reservas
El replanteo ha sido recibido con cautela por distintos actores clave:
- En Europa, varios gobiernos han advertido que apoyarán solo un acuerdo que respete los principios de soberanía y seguridad colectiva, rechazando cualquier cesión territorial forzosa.
- Desde la Unión Europea, liderada por su presidenta Ursula von der Leyen, se ha enfatizado que un eventual acuerdo debe proteger la arquitectura de seguridad europea y no poner en riesgo a Ucrania ante una posible futura agresión.
- Por su parte, el gobierno de Moscú (Rusia) ha afirmado que aún no ha recibido oficialmente la versión revisada y considera que las revisiones propuestas por Europa son “no constructivas”.
El presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha advertido que su país no puede aceptar un acuerdo que implique reconocer legalmente como rusa la ocupación de territorios arrebatados por la fuerza, ni ceder su derecho a decidir su destino político, incluida su futura integración en la OTAN.
Obstáculos persistentes: guerra activa y desconfianza
Pese al replanteo diplomático, el contexto sobre el terreno empeora. Desde la revelación del plan original, el ejército ruso ha intensificado los ataques: solo en los días recientes se reportan cientos de bombardeos con drones y misiles sobre diversas ciudades ucranianas.
Para muchos analistas, cualquier acuerdo de paz bajo estas condiciones conlleva riesgos graves: sin un alto el fuego previo, reducir las defensas o ceder territorio podría dejar a Ucrania vulnerable a nuevas agresiones.
Lo que está en juego: soberanía, seguridad y futuro de Europa
El plan revisado se ha convertido en el centro de un pulso diplomático y estratégico que podría definir:
- El futuro territorial de Ucrania.
- La integridad de su Estado y su derecho a decidir su propia alianza internacional.
- La credibilidad de Occidente frente a promesas de seguridad compartida.
- La estabilidad de la arquitectura de defensa europea.
Más allá de Ucrania, el mundo observa si esta propuesta puede convertirse en una base real para la paz o si, por el contrario, dejará abiertas las puertas a futuros conflictos.
La revisión del plan de paz impulsado por Estados Unidos representa una señal de pragmatismo diplomático: tras el rechazo masivo de los gobiernos europeos y la resistencia ucraniana, Washington ha aceptado modificar su propuesta. El nuevo borrador, con puntos más cautelosos y realistas, podría abrir una ventana para la negociación.
Pero las heridas en el terreno —con miles de muertos, ciudades devastadas y una guerra aún en curso— dejan claro que cualquier acuerdo será frágil si no va acompañado de un alto el fuego genuino, garantías de seguridad internacionales sólidas y participación real de Ucrania y sus aliados.
Lo que ocurra en las próximas semanas —con diplomáticos, gobernantes y combatientes— podría determinar si este intento de paz marca un nuevo camino o si la guerra, dolorosamente, continúa.
Fuente:www.france24.com
Foto. www.france24.com