
THE LATIN VOX (27 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
El Departamento de Eficiencia Gubernamental de Estados Unidos, conocido informalmente como DOGE , ha iniciado un polémico y ambicioso plan para recortar la mitad de las regulaciones federales del país antes de enero de 2026, coincidiendo con el primer aniversario del segundo mandato de Donald Trump.
El medio Washington Post reveló que DOGE está utilizando una herramienta de inteligencia artificial, bautizada como “Doge AI Deregulation Decision Tool”, para analizar más de 200,000 normativas gubernamentales con el objetivo de identificar aquellas que “ya no son requeridas por ley” y pueden ser eliminadas.
Según documentos internos obtenidos por el Post, el sistema ya ha señalado aproximadamente 100,000 regulaciones susceptibles de ser eliminadas, previa revisión de personal técnico. Esta iniciativa forma parte del plan de Trump para llevar a cabo lo que él mismo ha calificado como “la reducción regulatoria más agresiva de la historia de EE. UU.”.
Un experimento inédito con IA en la burocracia
Durante su campaña de 2024, Trump criticó duramente las regulaciones que —según él— “encarecen los productos y sofocan la innovación”, especialmente aquellas relacionadas con el cambio climático y el medio ambiente. Tras su regreso a la Casa Blanca, ordenó a todas las agencias federales realizar una auditoría de sus normativas en coordinación con Doge.
Doge, que fue dirigido por Elon Musk hasta mayo, ha experimentado con el uso de inteligencia artificial para tomar decisiones regulatorias en departamentos clave.
De acuerdo con una presentación filtrada, el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD) ya utilizó la herramienta de IA para analizar más de 1,000 secciones normativas, mientras que la Oficina de Protección Financiera del Consumidor (CFPB) habría redactado “el 100% de sus desregulaciones” usando esta tecnología.
Tres empleados del HUD confirmaron al Post que la IA se ha usado recientemente para revisar cientos —posiblemente más de mil— líneas regulatorias, lo que marca un hito en el uso automatizado de decisiones de política pública.
Críticas y dudas sobre transparencia
A pesar de las declaraciones del gobierno sobre “modernizar” y “eficientar” el aparato estatal, el proyecto ha generado inquietudes entre expertos legales, organizaciones de derechos civiles y reguladores veteranos, que temen que la IA esté tomando decisiones sin suficiente supervisión humana, lo que podría desmantelar protecciones clave para consumidores, trabajadores y el medio ambiente.
El portavoz de la Casa Blanca, Harrison Fields, declaró que “todas las opciones están siendo exploradas” para cumplir con las promesas de desregulación del presidente Trump. Subrayó que “no hay ningún plan final aprobado” y que el trabajo “se encuentra en etapas tempranas y se lleva a cabo de manera creativa en consulta con la Casa Blanca”.
Defendiendo la capacidad del equipo, Fields añadió: “Los expertos de Doge que están creando estos planes son los mejores y más brillantes del sector, y están emprendiendo una transformación gubernamental sin precedentes para mejorar la eficiencia y la eficacia”.
De memes a políticas públicas
Doge ha estado en el centro de la controversia desde su creación, no solo por sus políticas disruptivas, sino también por sus nombramientos poco ortodoxos. Uno de los más comentados fue el de Edward Coristine, un joven de 19 años conocido en internet como Big Balls, quien —según Reuters— es uno de los principales promotores del uso de IA en la burocracia federal.
La falta de experiencia de algunos miembros del equipo ha generado dudas sobre la seriedad con la que se están tomando decisiones que podrían redefinir la estructura del gobierno estadounidense.
¿Revolución o ruleta rusa regulatoria?
La apuesta del gobierno Trump por la inteligencia artificial como herramienta de reforma administrativa podría marcar un antes y un después en la relación entre tecnología y política pública. Sin embargo, también plantea una pregunta urgente: ¿puede una IA entrenada para detectar redundancias reemplazar el criterio humano en cuestiones que afectan a millones de personas?
Mientras Doge continúa alimentando algoritmos con miles de páginas de regulaciones, el país observa con cautela lo que podría ser la transformación burocrática más radical —y arriesgada— de su historia reciente.
Crédito fotográfico: AP News