THE LATIN VOX (11 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En una votación de alto riesgo, los republicanos de la Cámara de Representantes de EE. UU. aprobaron el martes un proyecto de ley de financiamiento controversial para evitar el cierre del gobierno, enviándolo ahora al Senado, donde enfrentará un duro camino antes de poder convertirse en ley.
La propuesta, respaldada por el expresidente Donald Trump, pasó con una votación de 217 a 213, con el representante republicano de Kentucky, Thomas Massie, siendo el único miembro de su partido en votar en contra, y con el demócrata Jared Golden de Maine uniéndose a los republicanos para apoyar la medida.
La mayoría de los demócratas en la Cámara se opusieron vehementemente al proyecto, criticando especialmente los recortes a los programas sociales y el aumento de los poderes federales bajo la administración Trump.
Este proyecto de ley, denominado «de parada de emergencia» o «stopgap», financia el gobierno hasta septiembre y recorta $13 mil millones en el gasto no relacionado con defensa, mientras incrementa en $6 mil millones los presupuestos destinados al sector militar y mantiene una congelación de $20 mil millones en los fondos de la IRS.
Estas medidas, alineadas con la agenda de Trump, fueron fuertemente rechazadas por los demócratas, quienes las consideran un ataque a las poblaciones más vulnerables del país.
El vicepresidente del Senado, JD Vance, dijo el martes en una reunión con los republicanos que la responsabilidad de no aprobar el proyecto recaería directamente sobre los republicanos si la medida no avanzaba. La Cámara de Representantes entrará en receso a finales de esta semana, lo que deja a los legisladores del Senado con un escenario de «tomar o dejar» el proyecto tal como está.
Una batalla difícil en el Senado
El proyecto de ley, aunque aprobado en la Cámara Baja, se enfrenta ahora a un obstáculo en el Senado, donde los republicanos tienen una mayoría de 53 a 47, pero necesitan 60 votos para aprobar la legislación.
Esto significa que al menos ocho senadores demócratas deberán cruzar las líneas de partido para que la medida avance, a menos que todos los republicanos, excepto Rand Paul de Kentucky, quien ya ha anunciado su oposición, voten a favor.
Este escenario presenta una difícil venta para los demócratas, que están bajo una intensa presión interna y de sus electores para resistir las medidas unilaterales de Trump y su asesor multimillonario, Elon Musk, que han provocado recortes significativos en las agencias federales y la eliminación de más de 100,000 empleos.
A diferencia de sus compañeros de la Cámara Baja, los senadores demócratas parecen estar divididos sobre el proyecto.
Algunos, como el senador John Fetterman de Pensilvania, han indicado que podrían apoyar la medida, argumentando que un cierre del gobierno sería un «caos» y que «nunca votaría a favor del caos».
El senador Ron Wyden de Oregón también expresó su reticencia a votar en contra, diciendo: «Los cierres del gobierno son una mala idea. Yo no soy un tipo que apoye los cierres».
Sin embargo, otros senadores demócratas, como Elissa Slotkin de Michigan, se han mostrado firmes en su oposición al proyecto y exigen garantías de que «el dinero se gastará de la manera en que el Congreso lo tiene previsto» antes de brindar su apoyo.
Un proyecto de ley que refleja la agenda de Trump
El proyecto de ley aprobado en la Cámara Baja refleja varias de las prioridades de la agenda de Trump, particularmente en lo que respecta a otorgar a la administración federal mayores poderes para redirigir fondos entre programas sin la aprobación del Congreso, algo que ha sido fuertemente criticado por los demócratas.
Esta disposición se ha convertido en uno de los puntos más polémicos, pues muchos temen que permita una reestructuración significativa de las prioridades federales sin el control legislativo.
El proyecto de ley también ha generado gran preocupación debido a los profundos recortes en los programas sociales, lo que podría afectar a millones de estadounidenses, especialmente a los más vulnerables.
Los republicanos de la Cámara argumentan que estas medidas son necesarias para evitar el cierre del gobierno y para mantener la estabilidad fiscal, pero los demócratas consideran que los recortes son desproporcionados y perjudicarían a los ciudadanos más necesitados.
El futuro del proyecto en el Senado
La próxima batalla tendrá lugar en el Senado, donde los legisladores deberán encontrar un equilibrio entre las posturas republicanas y demócratas para evitar un cierre del gobierno. A medida que el tiempo avanza y se acerca la fecha límite, la presión sobre ambos partidos se intensifica, ya que un cierre del gobierno tendría consecuencias económicas y sociales graves para el país.
Los republicanos, liderados por Trump, siguen apostando por este proyecto de ley como una solución para evitar el cierre, mientras que los demócratas continúan luchando por proteger los programas sociales y garantizar que el gobierno no actúe unilateralmente en detrimento de los más vulnerables.
En las próximas semanas, se verá si los republicanos logran reunir el apoyo suficiente en el Senado para hacer pasar esta ley o si los demócratas conseguirán frenarla en un proceso que promete ser tan polémico como crucial para el futuro inmediato de los Estados Unidos.
Crédito fotográfico: Washington DC