
THE LATIN VOX (16 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La administración Trump ha comenzado a reducir su presencia militar en la ciudad de Los Ángeles, con la retirada de 2,000 efectivos de la Guardia Nacional, en medio de crecientes críticas sobre el uso de tropas federales para controlar protestas civiles vinculadas a redadas migratorias masivas.
Pete Hegseth, secretario de Defensa de EE. UU., anunció la medida a través del Pentágono el martes, destacando que la decisión responde a una disminución de la violencia. “Gracias a nuestras tropas que respondieron al llamado, la ilegalidad en Los Ángeles está disminuyendo”, declaró Sean Parnell, portavoz del Pentágono.
“Por eso, el Secretario ha ordenado la liberación de 2,000 miembros de la Guardia Nacional de California de la misión de protección federal”.
La presencia militar en la ciudad fue una respuesta directa a las protestas que estallaron a finales de mayo, tras operativos masivos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés).
Los agentes federales realizaron arrestos en espacios públicos como parques, estaciones de servicio y lugares de trabajo, lo que generó miedo e indignación en una ciudad con una de las comunidades inmigrantes más grandes del país. En algunos casos, incluso ciudadanos estadounidenses fueron detenidos.
La medida de desplegar 4,000 miembros de la Guardia Nacional, junto con 700 marines, fue ampliamente criticada tanto a nivel local como nacional. La alcaldesa de Los Ángeles, Karen Bass, y el gobernador de California, Gavin Newsom, se opusieron enérgicamente a la intervención federal, calificándola de inconstitucional. Newsom llegó a demandar al gobierno federal, aunque una corte de apelaciones falló a favor del control presidencial sobre la Guardia Nacional estatal.
La tensión escaló cuando las tropas no solo protegieron edificios federales, sino que también escoltaron a agentes de ICE en sus operaciones, lo que muchos líderes comunitarios denunciaron como una “militarización de la inmigración”. Un alcalde del área de Los Ángeles, exmarine, describió las actividades de ICE como una “campaña de terror doméstico” y una forma de “guerra psicológica” contra los residentes.
Aunque la retirada de 2,000 soldados representa una reducción significativa, aún permanecen otros 2,000 miembros de la Guardia Nacional en la ciudad, además de los 700 marines desplegados. La permanencia de estas fuerzas plantea preguntas fundamentales sobre el papel de las fuerzas armadas en asuntos civiles dentro de Estados Unidos.
Mientras tanto, una orden judicial reciente ha obligado a la administración Trump a detener las detenciones migratorias indiscriminadas en siete condados de California, incluyendo Los Ángeles, en un fallo que muchos ven como una victoria para los derechos civiles y el debido proceso legal.
La retirada parcial de tropas podría señalar un cambio de estrategia por parte de la administración, pero para muchos angelinos, el recuerdo de vehículos militares en sus vecindarios y el temor a ser detenidos por su apariencia seguirá siendo una herida abierta.
El debate sobre el uso de fuerzas federales para imponer políticas migratorias continúa dividiendo al país y plantea serias dudas sobre los límites del poder presidencial.
Crédito fotográfico: NBC News