
THE LATIN VOX (27 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El reciente lanzamiento de DeepSeek AI, un modelo de inteligencia artificial desarrollado por una empresa china, ha causado un gran revuelo en los mercados y en el ámbito tecnológico mundial. La aplicación, que se convirtió rápidamente en la más descargada en Estados Unidos, ha desatado temores sobre la competencia de China en el campo de la IA, un sector que tradicionalmente ha estado dominado por empresas estadounidenses.
Donald Trump ha reaccionado ante esta amenaza, calificando el surgimiento de DeepSeek AI como una “alarma” para las compañías de tecnología en EE. UU. y un claro recordatorio de la necesidad urgente de mantener el liderazgo global en inteligencia artificial.
La llegada de DeepSeek AI a la escena ha sido un golpe inesperado para las empresas de Silicon Valley. En el mismo día de su lanzamiento, las acciones de empresas tecnológicas estadounidenses cayeron considerablemente, lo que puso en evidencia la inquietud que genera la competencia china en el ámbito de la IA.
Las comparaciones entre DeepSeek AI y los modelos más avanzados de OpenAI, el gigante estadounidense detrás de ChatGPT, han puesto en duda la posición de EE. UU. como líder indiscutido de la revolución tecnológica en curso.
Trump, quien ha sido un crítico feroz de las políticas de regulación tecnológica implementadas por la administración Biden, usó el lanzamiento de DeepSeek AI como un catalizador para su crítica a la dirección en la que se encuentra el sector tecnológico estadounidense.
Según el presidente Trump, las empresas de EE. UU. deben “centrarse con láser en competir para ganar” y no perder tiempo en ser “las más progresistas” o enfocarse en cumplir con regulaciones de corte social.
El exmandatario también aprovechó la ocasión para defender su postura sobre la inteligencia artificial y los reguladores tecnológicos bajo su posible regreso a la Casa Blanca. Trump prometió que, si volviera al poder, revocaría las regulaciones actuales impuestas por la administración Biden en torno a la IA a través de una orden ejecutiva.
En su opinión, tales regulaciones son un obstáculo para que las empresas estadounidenses puedan concentrarse en “ser las mejores” en lugar de preocuparse por cumplir con normas que, según él, solo sirven para dar prioridad a cuestiones sociales como la diversidad o la inclusión, en lugar de a la innovación tecnológica pura.
Una amenaza real desde China
La creciente capacidad de China para desarrollar y desplegar tecnologías de inteligencia artificial ha sido un tema candente en los últimos años. Empresas como DeepSeek AI son vistas por algunos como un reflejo del ambicioso plan de Pekín para superar a Occidente en sectores clave como la tecnología, la inteligencia artificial y la computación cuántica.
Mientras que Estados Unidos continúa liderando en innovación tecnológica, especialmente en IA, China ha demostrado un rápido progreso con su modelo de crecimiento impulsado por el estado y su enfoque en la investigación tecnológica.
Las capacidades de DeepSeek AI, que se comparan favorablemente con los más recientes avances de OpenAI, subrayan el potencial de China para convertirse en un actor dominante en la IA global. A medida que el modelo chino gana popularidad y usuarios, la pregunta sobre quién liderará finalmente la próxima gran ola de avances tecnológicos cobra mayor relevancia.
¿El fin del liderazgo de EE.UU. en la IA?
A pesar de los avances notables de empresas como OpenAI, Google y Microsoft, los comentarios de Trump reflejan un creciente sentimiento de que Estados Unidos podría estar perdiendo terreno en la carrera global por la inteligencia artificial. El sector privado estadounidense ha disfrutado de una posición dominante durante años, pero el lanzamiento de modelos como DeepSeek podría estar comenzando a resquebrajar esa hegemonía.
En cuanto a las políticas internas de EE. UU., Trump no es el único en expresar preocupación por el enfoque regulatorio del gobierno actual. Diversos líderes del sector tecnológico han manifestado su inquietud por las restricciones impuestas por la administración Biden, que buscan regular la IA para mitigar los riesgos asociados con su uso indebido. Trump, sin embargo, considera que estas regulaciones están desviando los esfuerzos de las empresas y no permiten el tipo de enfoque necesario para mantener la competitividad global.
El futuro de la IA en EE.UU. y el resto del mundo
El impacto de la creciente competencia china en la inteligencia artificial podría ser de largo alcance, no solo para las empresas estadounidenses, sino para el equilibrio de poder económico y tecnológico mundial. Si bien la innovación y la investigación de vanguardia siguen siendo los pilares de las compañías de EE. UU., el desafío de DeepSeek AI ha puesto de manifiesto que la carrera por la supremacía en IA está lejos de ser una cuestión resuelta.
A medida que el mundo observa de cerca la competencia entre China y Estados Unidos en la inteligencia artificial, se hace cada vez más evidente que la regulación, la inversión y la cooperación internacional jugarán un papel crucial en la próxima fase de esta revolución tecnológica. Trump, con su enfoque en la desregulación y la competitividad, ha dejado claro que la guerra por la IA no solo es un asunto de innovación, sino también de decisiones políticas que definirán el futuro del liderazgo tecnológico global.
Crédito fotográfico: BBC