
THE LATIN VOX (25 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En su más reciente gira por las zonas devastadas por desastres naturales, Donald Trump hizo una sorprendente declaración sobre la futura dirección de la Agencia Federal de Manejo de Emergencias (FEMA), sugiriendo que la agencia podría ser eliminada o sometida a una reforma fundamental.
Este comentario se produce en medio de su tour por los Estados Unidos para evaluar los daños causados por el huracán Helene en Carolina del Norte y los devastadores incendios forestales en California.
Durante su visita a Carolina del Norte, el presidente de EE.UU. calificó a FEMA como una «gran decepción», asegurando que la agencia era «muy burocrática» y «muy lenta». Las críticas de Trump sobre FEMA han resurgido después de las devastadoras consecuencias del huracán Helene, que dejó al estado en un estado de recuperación aún meses después del paso del ciclón.
A pesar de que la agencia ha sido fundamental en las respuestas federales ante desastres en décadas anteriores, Trump señaló que el sistema actual ya no es efectivo para afrontar las emergencias de forma rápida y eficiente.
«Creo que vamos a recomendar que FEMA desaparezca», dijo Trump durante su visita a Carolina del Norte, dando a entender que se buscarían nuevas formas de gestionar las emergencias sin depender de la agencia tal como está estructurada actualmente.
Reforma o eliminación de FEMA
El presidente también sugirió que se tomarían medidas drásticas para reorganizar el sistema de manejo de desastres a nivel federal. Karoline Leavitt, secretaria de prensa de la Casa Blanca, explicó que Trump planeaba firmar una orden ejecutiva que establecería un consejo de asesores de FEMA para revisar la agencia y eliminar «la corrupción, la incompetencia y la burocracia».
El objetivo de este consejo sería revisar a fondo las operaciones de FEMA y potencialmente redirigir más responsabilidades y fondos de emergencia a los gobiernos estatales. Esta idea podría representar un cambio significativo en cómo se gestionan los desastres naturales en el país, con un enfoque más descentralizado que permita a los estados manejar sus propias respuestas ante emergencias. Sin embargo, cualquier intento de eliminar o modificar drásticamente a FEMA requeriría la aprobación del Congreso.
Desastres en dos costas
La gira de Trump incluyó también una parada en Los Ángeles, donde se observó de cerca el daño causado por los incendios forestales que han arrasado áreas de California. A su llegada, Trump fue recibido por el gobernador Gavin Newsom, con quien había tenido diferencias políticas en el pasado, pero ambos dejaron de lado sus desacuerdos para trabajar juntos en la recuperación de la ciudad.
Trump mostró su asombro ante la magnitud de la devastación, describiendo las zonas afectadas como “una verdadera incineración” y el daño económico podría superar los 250 mil millones de dólares, según una estimación de AccuWeather. El presidente se comprometió a trabajar de la mano con los funcionarios locales para ayudar a la ciudad a reconstruirse tras los incendios.
«Tenemos que trabajar juntos para solucionar esto», dijo Trump, mientras caminaba por el vecindario destruido de Pacific Palisades, donde conversó con los bomberos y las familias afectadas. Este esfuerzo de colaboración entre el presidente y el gobernador fue bien recibido, aunque algunos críticos expresaron su descontento por la falta de visitas a otras áreas del condado de Los Ángeles.
Reacciones divididas
Mientras que algunos demócratas aplaudieron la visita de Trump a California, agradeciendo su apoyo a la recuperación, otros expresaron su frustración por lo que consideran una falta de atención a las áreas del norte del condado, como Pasadena y Altadena, que también sufrieron daños graves.
En cuanto a su postura sobre FEMA, la propuesta de Trump ha generado preocupación entre los defensores de la agencia, quienes temen que una reducción en el alcance de FEMA podría dificultar la respuesta federal ante futuros desastres.
El hecho de que FEMA cuente con un presupuesto anual de decenas de miles de millones de dólares y con más de 20,000 empleados muestra la magnitud de la infraestructura que Trump podría estar dispuesto a modificar o eliminar, lo que requeriría un apoyo legislativo significativo.
El futuro de la respuesta federal ante emergencias
La amenaza de Trump de disolver FEMA plantea preguntas fundamentales sobre el futuro del sistema de manejo de emergencias en los Estados Unidos. Si bien la agencia ha sido objeto de críticas por su lentitud y burocracia, también ha desempeñado un papel crucial en la gestión de desastres durante años.
Los cambios propuestos por Trump podrían transformar radicalmente la forma en que el gobierno federal responde a los desastres naturales, desviando más responsabilidad a los estados y reconfigurando el papel de las autoridades federales.
Mientras tanto, los desastres naturales continúan afectando al país, dejando al descubierto las tensiones entre la necesidad de una respuesta rápida y eficiente y la eficacia de las instituciones gubernamentales encargadas de llevar a cabo esa misión. La discusión sobre el destino de FEMA está lejos de resolverse y podría ser uno de los temas clave del próximo ciclo político en los Estados Unidos.
Crédito fotográfico: Reuters