
THE LATIN VOX (27 de febrero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha escalado aún más las tensiones comerciales al amenazar con imponer aranceles del 25% a la Unión Europea (UE), un bloque que, según él, fue creado con el propósito de perjudicar a Estados Unidos.
En su primera reunión de gabinete del miércoles, Trump reveló que próximamente anunciará los detalles de esta nueva amenaza arancelaria, sin proporcionar más especificaciones sobre los productos que serán afectados, aunque mencionó a los fabricantes de automóviles.
La amenaza de Trump ha provocado una respuesta contundente desde Bruselas. La Comisión Europea prometió reaccionar “de manera firme e inmediata” ante lo que considera “barreras comerciales injustificadas”, lo que sugiere que la UE está lista para adoptar medidas retaliatorias rápidas contra los aranceles propuestos por Washington.
El efecto de los aranceles en las relaciones comerciales internacionales
La UE es el tercer socio comercial más grande de EE. UU., después de China y Canadá. Trump ha afirmado que también impondrá aranceles del 25% a los dos principales socios comerciales de EE. UU., Canadá y México, lo que afectaría a una parte significativa del comercio transatlántico. Sin embargo, las decisiones sobre estos aranceles han sido retrasadas en varias ocasiones, mientras el presidente continúa negociando con sus vecinos del norte y sur.
Aunque Trump no dio más detalles sobre los productos que serían gravados, destacó que los aranceles afectarían a los automóviles y a «todas las demás cosas».
Un portavoz de la Comisión Europea reaccionó inmediatamente: “La UE reaccionará de manera firme e inmediata contra las barreras injustificadas al comercio libre y justo, incluso cuando los aranceles se utilicen para desafiar políticas legales y no discriminatorias. La UE siempre protegerá a las empresas, trabajadores y consumidores europeos de aranceles injustificados”.
Retaliaciones y desafíos económicos
De concretarse, los aranceles podrían afectar hasta $29.3 mil millones (€28 mil millones) en exportaciones de la UE a EE. UU. La respuesta de Europa parece ser clara: proteger los intereses comerciales y económicos del bloque, lo que podría incluir represalias rápidas ante la imposición de nuevas tarifas.
“La UE no ve justificación para la imposición de aranceles a sus exportaciones. Reaccionaremos para proteger los intereses de las empresas, los trabajadores y los consumidores europeos frente a medidas injustificadas”, manifestó la UE a principios de mes.
Este choque comercial se produce en medio de un clima global tenso respecto a las políticas proteccionistas de Trump, que ha insistido en que los aranceles son una herramienta para fortalecer la economía estadounidense.
Sin embargo, varios economistas y hasta medios conservadores, como el Wall Street Journal, han advertido que sus planes podrían terminar perjudicando la economía de EE. UU.
Al respecto, Trump recurrió a su plataforma social, Truth Social, para atacar un artículo editorial que sugería que sus aranceles contra Canadá y México podrían tener efectos adversos. El presidente calificó la crítica como “totalmente equivocada” y defendió su estrategia asegurando que los aranceles impulsarán la fabricación de automóviles en Michigan, un estado clave que ganó en las últimas elecciones presidenciales.
El papel de Europa y la posición de Macron
El presidente francés, Emmanuel Macron, que recientemente se reunió con Trump en Washington, había mostrado confianza en que podría persuadir al mandatario estadounidense de que se concentrara en la disputa comercial con China y no con la UE.
“No puedes tener una guerra comercial con China y Europa al mismo tiempo. Espero haberlo convencido”, dijo Macron a Fox News tras el encuentro, sugiriendo que el presidente francés logró calmar los ánimos del líder estadounidense.
A pesar de los esfuerzos diplomáticos, la situación sigue siendo incierta. Las promesas de Trump de imponer aranceles a los vehículos extranjeros, productos farmacéuticos y chips semiconductores podrían abrir la puerta a una guerra comercial entre las dos mayores economías del mundo, con consecuencias impredecibles para el comercio global.
La amenaza de una guerra comercial
Este conflicto comercial pone de relieve las tensiones internas dentro de la política económica global.
Mientras Trump continúa con su retórica proteccionista, la UE parece estar preparándose para una serie de represalias que podrían intensificar aún más el enfrentamiento entre ambos bloques.
Con los mercados internacionales observando de cerca, las decisiones que se tomen en los próximos días podrían definir no solo el futuro del comercio transatlántico, sino también la estabilidad económica mundial en los próximos años.
Las próximas semanas serán cruciales, no solo para las relaciones entre EE.UU. y la UE, sino también para la economía global, que sigue luchando por superar los efectos de la pandemia y la creciente incertidumbre política.
Crédito fotográfico: Jonathan Ernst/Reuters