
THE LATIN VOX (31 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un giro que podría redefinir el actual tablero del comercio internacional, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha anunciado una prórroga de 90 días en su ofensiva arancelaria contra México.
La medida ha desatado una ola de especulaciones sobre posibles suspensiones similares para decenas de países que enfrentaban inminentes aumentos punitivos en sus exportaciones a partir de este viernes.
A través de su plataforma Truth Social, Trump comunicó que ha alcanzado un “entendimiento exitoso” con la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, tras una conversación telefónica que calificó como “muy productiva”. “Nos estamos conociendo y entendiendo mejor”, escribió el mandatario, justificando la prórroga por la “complejidad de la relación comercial” entre ambos países.
Durante este nuevo período de 90 días, México mantendrá los mismos niveles arancelarios que en el último acuerdo temporal:
- 25% sobre el fentanilo,
- 25% sobre automóviles,
- y un 50% sobre acero, aluminio y cobre.
Además, Trump aseguró que México se ha comprometido a eliminar de inmediato sus barreras no arancelarias, aunque no detalló cuáles serían. Este tipo de obstáculos pueden incluir desde regulaciones alimentarias hasta requisitos burocráticos que complican el comercio exterior.
Una estrategia de presión que da resultados
El aplazamiento con México no es un caso aislado. En las últimas semanas, Trump ha cerrado acuerdos con la Unión Europea, Japón, Corea del Sur y otras economías asiáticas bajo amenazas de aranceles que muchos consideraron excesivos. Aunque sus tácticas han sido calificadas por críticos como “extorsivas”, lo cierto es que su presión ha resultado en concesiones concretas de varios socios comerciales clave.
Sin embargo, su estrategia también está bajo asedio legal. Este jueves, líderes empresariales y funcionarios estatales estadounidenses presentaron argumentos ante una corte federal apelando la legalidad de muchos de estos aranceles. La audiencia se celebró justo antes del plazo autoimpuesto por Trump del 1 de agosto, fecha que él había llamado “Día de la Liberación” del comercio injusto.
¿Quiénes siguen en la cuerda floja?
Hasta el 31 de julio, solo siete países o bloques habían logrado acuerdos con Washington: Reino Unido, Vietnam, Indonesia, Filipinas, Corea del Sur, Japón y la Unión Europea. El resto, incluyendo a economías tan diversas como Canadá, Bangladesh, Lesotho, Taiwán y Brasil, enfrentan duras tarifas desde este viernes si no se logra una tregua de última hora.
China, por su parte, tiene un plazo separado hasta el 12 de agosto. Aunque ya existe un principio de acuerdo para extender la tregua actual, la Casa Blanca aún no lo ha oficializado. Según el secretario del Tesoro, Scott Bessent, un pacto con Pekín está “muy cerca”.
Otras negociaciones avanzadas incluyen a Camboya, Tailandia y Australia. No obstante, el caso de Canadá ha tomado un giro inesperado.
Canadá, Palestina y los condicionamientos geopolíticos
La relación comercial entre EE.UU. y Canadá podría haberse complicado tras el respaldo público del primer ministro canadiense, Mark Carney, al reconocimiento del Estado palestino. Trump reaccionó airadamente en redes sociales: “¡Wow! Canadá acaba de anunciar su apoyo a la estatalidad palestina. Eso hará muy difícil lograr un acuerdo comercial con ellos. ¡Oh, Canadá!”.
Este cruce ilustra cómo la política exterior se entrelaza cada vez más con las decisiones comerciales en la era Trump, quien no duda en condicionar los tratados a posturas geopolíticas ajenas al ámbito económico.
¿Una señal de debilidad o de cálculo estratégico?
Aunque sus detractores aseguran que “Trump siempre retrocede ante sus propios plazos”, su historial reciente muestra que el uso agresivo de aranceles ha sido, en muchos casos, una herramienta eficaz para forzar la negociación. No obstante, la creciente presión interna —judicial, empresarial y diplomática— podría obligar al presidente a moderar su enfoque en los próximos meses.
Por ahora, el reloj sigue corriendo. Y el tablero global del comercio, cada vez más volátil, espera las próximas jugadas de un actor que, una vez más, ha decidido estirar el tiempo.
Crédito fotográfico: Al Jazeera