THE LATIN VOX (5 de octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
Estados Unidos ejecutó otro ataque contra una embarcación que transportaba drogas de manera ilegal frente a las costas de Venezuela, anunció el presidente Donald Trump el domingo durante la ceremonia por el 250.º aniversario de la Marina estadounidense. El mandatario adelantó además que su gobierno se prepara para combatir el narcotráfico también en tierra firme.
El acto se celebró en la base naval de Norfolk, Virginia, junto al portaaviones USS Harry S. Truman, donde miles de marinos y sus familias escucharon a Trump asegurar que la Marina había contribuido a “hacer volar a los terroristas de los carteles fuera del agua”. Según el presidente, las operaciones navales han logrado “limpiar” las rutas marítimas en el Caribe: “Ya no hay barcos en el agua. No los pueden encontrar”, dijo.
La administración Trump ha vinculado estos ataques a la organización venezolana Tren de Aragua, designada por Washington como grupo terrorista extranjero. Desde abril, las fuerzas navales estadounidenses han realizado al menos cuatro golpes contra lo que califican de “narcolanchas” de alta velocidad.
Polémica internacional
Las acciones han generado críticas en organismos internacionales. El mes pasado, Naciones Unidas condenó los ataques, calificándolos de “ejecuciones extrajudiciales” en aguas internacionales. “El derecho internacional no permite a los gobiernos asesinar a presuntos narcotraficantes. Estas actividades criminales deben ser interrumpidas, investigadas y procesadas dentro del marco de la ley”, señaló el organismo.
Trump respondió que, si los narcotraficantes cambian de táctica y recurren al tráfico por tierra, “no les irá nada bien tampoco”.
Celebración en medio de crisis
El discurso de Trump tuvo lugar mientras el gobierno federal permanece parcialmente paralizado por falta de presupuesto, lo que ha dejado a parte del personal militar trabajando sin salario. El presidente acusó a los demócratas de querer “arruinar” la conmemoración de la Marina y prometió que la celebración sería “la más grande en la historia naval”.
En un mensaje en redes sociales, aseguró: “¡EL SHOW DEBE CONTINUAR!”.
El desafío naval frente a China
En paralelo a la ofensiva antidrogas, Trump reafirmó su compromiso de reconstruir la capacidad de construcción naval de Estados Unidos. La flota norteamericana es hoy la más pequeña desde antes de la Segunda Guerra Mundial, mientras que los astilleros chinos, subsidiados por el Estado, ya superan en productividad a los estadounidenses.
El secretario de la Marina, John Phelan, ha advertido que al sector le falta “urgencia” y ha ordenado acelerar la producción de submarinos de las clases Columbia y Virginia.
Viraje en el Pentágono
El anuncio de Trump se produce en un contexto de cambios turbulentos en el Pentágono. El secretario de Defensa, Pete Hegseth, ha reorganizado la cúpula militar y proclamado el fin de lo que llamó la “cultura woke” en las Fuerzas Armadas, imponiendo nuevos estándares de preparación física y declarando que la misión del renovado “Departamento de Guerra” será únicamente combatir y ganar guerras.
En esa misma línea, Trump llegó a proponer que ciudades estadounidenses sean utilizadas como terrenos de entrenamiento militar, argumentando la necesidad de preparación frente a lo que calificó como una “invasión desde dentro”.
Crédito fotográfico: NewsBreak