THE LATIN VOX (23 de septiembre de 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En uno de sus mensajes más optimistas hacia Kiev desde el inicio de la guerra, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que Ucrania “puede recuperar todo el territorio perdido desde 2022” si cuenta con el apoyo de la Unión Europea y la OTAN.
El mandatario, tras reunirse en Nueva York con Volodímir Zelenski, insistió en que Rusia atraviesa “graves problemas económicos” y que este es “el momento para que Ucrania actúe”.
Trump lanzó sus declaraciones a través de su red Truth Social, subrayando que, con paciencia y financiación, “las fronteras originales desde donde comenzó la guerra son una opción real”.
El presidente añadió que la prolongación del conflicto había dejado a Moscú como un “tigre de papel”, incapaz de imponerse con rapidez pese a tres años y medio de combates.
Presión sobre Europa: petróleo y sanciones
El líder estadounidense aprovechó su intervención en la Asamblea General de la ONU para arremeter contra sus aliados europeos por mantener la compra de petróleo y gas rusos.
“China e India son los principales financiadores de la guerra, pero es inexcusable que incluso países de la OTAN sigan importando energía rusa”, dijo.
Trump advirtió que, sin un embargo energético total, no impondrá el nuevo paquete de sanciones y aranceles que prepara contra Moscú. Incluso sugirió que, si Rusia no se aviene a negociar la paz, Estados Unidos está listo para aplicar “una ronda muy fuerte de tarifas” que solo serían efectivas con el respaldo europeo.
La Unión Europea, por su parte, ha anunciado que adelantará a 2026 el fin de las importaciones de gas natural licuado ruso y estudia sanciones contra refinerías en India y China acusadas de reexportar crudo ruso. Sin embargo, Hungría y Eslovaquia, dependientes de los oleoductos Druzhba y TurkStream, insisten en que no pueden cortar el suministro por falta de alternativas físicas.
Zelenski, “un hombre valiente”
Durante su encuentro con Zelenski, Trump calificó al mandatario ucraniano como “un hombre valiente” y reafirmó su compromiso de suministrar armas a la OTAN para que esta las use “como considere necesario”. Preguntado sobre si aún confiaba en Vladímir Putin, respondió que lo sabría “en un mes”.
El presidente también sugirió que la OTAN debería derribar aviones rusos que ingresen en su espacio aéreo, aunque después matizó que dependería de “las circunstancias”. Su secretario de Estado, Marco Rubio, fue más cauto y aclaró que esa acción debería limitarse a casos en que hubiera un ataque directo.
Una apuesta de alto riesgo
Las palabras de Trump dibujan un horizonte alentador para Kiev, pero también plantean riesgos: la exigencia de cortar de raíz las importaciones energéticas rusas amenaza con fracturar a la UE, donde países como Hungría ven imposible un reemplazo inmediato.
Al mismo tiempo, la retórica del presidente estadounidense aumenta la presión sobre Moscú, que enfrenta sanciones crecientes y una economía cada vez más dependiente de Asia.
En este juego de equilibrios, Trump apuesta a que el desgaste ruso abra una ventana histórica para Ucrania. La pregunta que queda en el aire es si Europa está dispuesta a pagar el precio energético y político que exige esa victoria.
Crédito fotográfico: Euronews.com