
THE LATIN VOX (11 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un movimiento sorpresivo, el presidente Donald Trump ha nombrado a su secretario de Transporte, Sean Duffy, como administrador interino de la NASA, después de retirar la nominación de Jared Isaacman, un aliado cercano de Elon Musk, para ocupar el cargo de manera permanente.
La decisión, anunciada por Trump en su plataforma Truth Social, se produce en un contexto de creciente incertidumbre para la agencia espacial estadounidense, que enfrenta recortes drásticos en su presupuesto y una fuga de talento científico sin precedentes.
Trump elogió a Duffy por su experiencia en infraestructura de transporte y lo describió como un «fantástico líder» para la NASA, incluso si su mandato fuera de corta duración. «Es hora de tomar el control del espacio. ¡Vamos a lanzar!», escribió Duffy en su cuenta de X manifestando su entusiasmo por asumir el reto.
Un giro sorprendente: Isaacman Fuera
Jared Isaacman, multimillonario y piloto de SpaceX, había sido ampliamente considerado como el candidato de Musk para dirigir la NASA.
Sin embargo, la relación entre Trump y Musk ha sufrido una serie de tensiones, y la nominación de Isaacman fue retirada en mayo, después de que Trump se sorprendiera al descubrir que Isaacman era un «demócrata de sangre azul», quien nunca había contribuido a una campaña republicana.
La retirada de la nominación de Isaacman se produjo en medio de un intercambio tenso entre Musk y Duffy durante una reunión en la Casa Blanca sobre los recortes a los programas de la Administración Federal de Aviación (FAA), que apoyan el vuelo comercial espacial.
Este conflicto refleja el creciente distanciamiento entre Trump y Musk, lo que ha influido en la decisión de Trump de buscar una alternativa para liderar la NASA.
Crisis en la NASA: Recortes presupuestarios y fuga de talentos
La NASA se encuentra en una encrucijada existencial. Los recortes presupuestarios propuestos por la administración Trump amenazan con reducir el programa de ciencia espacial de $7.33 mil millones a solo $3.9 mil millones anuales, lo que podría tener un impacto devastador en la capacidad de la agencia para llevar a cabo misiones científicas clave.
Bajo esta propuesta, el presupuesto total de la NASA se reduciría de $24.8 mil millones a $18.8 mil millones, un recorte significativo en una época en la que la competencia por la supremacía espacial con China se intensifica.
La fuga de científicos y expertos de la NASA se ha acelerado: alrededor de 900 empleados abandonaron la agencia en febrero, y otros 1,500 se inscribieron en programas de separación voluntaria hasta julio.
Este éxodo masivo ha desencadenado protestas fuera de la sede de la NASA, con carteles que exigen salvar la agencia.
El exastronauta y senador de Arizona, Mark Kelly, reflexionó sobre las consecuencias de una partida masiva de empleados durante la Guerra Fría, sugiriendo que Estados Unidos habría perdido la carrera espacial contra los soviéticos en ese entonces. «Ahora estamos en riesgo de perder la próxima carrera espacial contra China», advirtió.
Un grupo de siete exjefes de ciencia de la NASA también se dirigió al Congreso, advirtiendo que los recortes de Trump permitirían a China adelantarse en la exploración espacial. «Si la administración está comprometida a contrarrestar la creciente capacidad china en el espacio, Estados Unidos debe continuar invirtiendo en la ciencia espacial nacional, no cederla unilateralmente», argumentaron en su carta.
¿Un líder sin experiencia espacial?
Sean Duffy, quien no tiene experiencia previa en el ámbito espacial, asumirá un rol que tradicionalmente ha requerido un conocimiento profundo de la ciencia y la tecnología espacial.
A pesar de su falta de experiencia en el sector, Duffy ha sido una figura clave en la administración de Trump, supervisando el Departamento de Transporte y centrado en desmantelar lo que él considera políticas «woke» y regulaciones ambientales de la era Biden.
La decisión de Trump de asignar a Duffy tanto a la NASA como al Departamento de Transporte —agencias con presupuestos combinados que superan los $30 mil millones— refleja su estilo de gobernanza de combinar asignaciones y confiar en sus aliados para asumir múltiples roles, como lo hizo con Marco Rubio, quien fue secretario de Estado y asesor de seguridad nacional de forma interina.
El futuro de la NASA
El nombramiento de Duffy se produce en un momento en que la NASA necesita urgentemente un liderazgo fuerte y cohesionado para enfrentar los desafíos que se le presentan.
Los recortes de presupuesto, el éxodo de empleados clave y la creciente competencia internacional han puesto a la agencia bajo presión, y la falta de un administrador permanente genera dudas sobre su capacidad para avanzar en proyectos científicos clave, como las misiones a Marte y la investigación sobre el clima espacial.
La designación de Duffy podría ser una señal de que Trump está decidido a implementar sus recortes presupuestarios, que incluyen la eliminación de docenas de misiones científicas, incluida la nave espacial Mars Odyssey, que ha estado explorando el planeta rojo desde 2001. Con la NASA lidiando con un futuro incierto, la industria espacial estadounidense podría estar enfrentando uno de sus momentos más críticos.
Si bien el nombramiento de Duffy ha generado incertidumbre sobre el rumbo de la NASA, también subraya la disyuntiva de una agencia espacial crucial en un momento de tensión política y económica. El mundo observa atentamente si la NASA podrá mantenerse a la vanguardia en la exploración espacial o si los recortes presupuestarios de la administración Trump pondrán en peligro su futuro.
Crédito fotográfico: NASA/Bill Ingalls