EE.UU: Trump elogia la disposición de Zelenskyy para negociar la paz, pero insiste en ambiciones territoriales

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THE LATIN VOX (5 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, ha sorprendido al público al elogiar una carta de su homólogo ucraniano, Volodymyr Zelenskyy, en la que se expresa la disposición de Ucrania para sentarse a la mesa de negociaciones y acercar una paz duradera al país.

Esta afirmación parece representar un cambio sutil en su postura respecto al conflicto en Ucrania, tras la tensa reunión en la Casa Blanca la semana pasada, que culminó con una orden de suspender toda la ayuda militar estadounidense a Ucrania.

En su discurso ante el Congreso, Trump destacó la carta que había recibido de Zelenskyy, en la cual el presidente ucraniano afirmaba que Ucrania estaba “lista para llegar a la mesa de negociaciones lo antes posible para acercar la paz duradera”.

Trump citó que Zelenskyy había escrito: “Nadie desea la paz más que los ucranianos”. También señaló que Zelenskyy expresó su agradecimiento por la ayuda de los Estados Unidos para mantener la soberanía e independencia de Ucrania.

“Mi equipo y yo estamos listos para trabajar bajo el fuerte liderazgo del presidente Trump para conseguir una paz que perdure”, mencionó el presidente estadounidense, citando las palabras de Zelenskyy.

Trump añadió que había tenido “discusiones serias con Rusia” y dijo haber recibido “señales fuertes” de que Moscú también estaba dispuesto a la paz. En una frase que resonó en la sala, Trump comentó: “¿No sería hermoso? Es hora de detener esta locura. Es hora de frenar la matanza. Es hora de terminar con esta guerra sin sentido. Si quieres acabar con las guerras, tienes que hablar con ambos lados”.

¿Un cambio de tono?

Estas palabras representan un aparente cambio en la retórica de Trump respecto a Ucrania, luego de su duro enfrentamiento con Zelenskyy.

Si bien el presidente de los Estados Unidos ha sido conocido por su postura crítica hacia la ayuda militar continua a Ucrania y ha insinuado que la intervención estadounidense debe ser limitada, su reciente discurso sugiere una disposición a buscar una solución diplomática.

No obstante, Trump no proporcionó detalles adicionales sobre cómo planea abordar la situación con Rusia, lo que deja abierta la cuestión de qué medidas tomará a futuro.

Ambiciones territoriales y política exterior provocadora

Mientras Trump suavizaba su tono respecto a Ucrania, no tardó en volver a sus tradicionales declaraciones sobre ambiciones territoriales, una de las cuales ha sido su polémica propuesta de tomar control de Groenlandia.

En su discurso, Trump insistió en que los Estados Unidos tomarían el control de la isla danesa “de una forma u otra”, alegando que la posesión de Groenlandia es esencial para la “seguridad nacional e incluso la seguridad internacional” de su país. “Creo que lo vamos a conseguir. De una forma u otra, lo vamos a conseguir”, afirmó, ante una audiencia que observaba con atención.

Además, en su discurso, Trump extendió una invitación a los habitantes de Groenlandia: “Apoyamos fuertemente su derecho a determinar su propio futuro. Y si lo eligen, los recibimos en los Estados Unidos de América”.

La retórica sobre Groenlandia resalta su visión expansiva para el hemisferio occidental y su disposición a desafiar el statu quo internacional en busca de lo que considera beneficios estratégicos para Estados Unidos.

El Canal de Panamá: Una promesa de recuperación

Siguiendo con su tono de fuerte liderazgo internacional, Trump también destacó su política hacia el Canal de Panamá, sugiriendo que los Estados Unidos “recuperarían” el control de este importante pasaje interoceánico.

En su discurso, celebró la noticia de que una empresa china había vendido dos puertos cercanos al canal a BlackRock, una firma estadounidense. Trump expresó su preocupación por la influencia china en la zona, afirmando que el canal fue “construido por los estadounidenses para los estadounidenses, no para otros. Pero otros podían usarlo”.

El presidente estadounidense se mostró decidido a revocar lo que él considera un error histórico, diciendo: “No se lo dimos a China; se lo dimos a Panamá, y lo estamos recuperando”. Esta declaración encaja con la línea de pensamiento de Trump, que a menudo ha enfatizado la necesidad de reforzar la soberanía estadounidense sobre recursos estratégicos y áreas clave de influencia internacional.

La política exterior: Provocaciones y desafíos

No fue solo Groenlandia y el Canal de Panamá lo que dominó el discurso de Trump. También defendió su decisión de imponer nuevos aranceles a productos de México y Canadá, una medida que el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, calificó como “una tontería”.

Trump reafirmó su postura, defendiendo los aranceles como una forma de proteger los intereses de Estados Unidos y de asegurar su crecimiento económico.

En un giro irónico, el presidente mencionó a su secretario de Estado, Marco Rubio, quien recientemente había viajado a Panamá. Con un tono burlón, Trump comentó: “Tenemos a Marco Rubio a cargo. Buena suerte, Marco. Ahora sabemos a quién culpar si algo sale mal”.

Esta frase refleja no solo la relación tensa entre Trump y algunos de sus propios colaboradores, sino también su estilo característico de hacer comentarios provocadores.

Conclusiones: La paz y la guerra

El discurso de Trump ante el Congreso refleja las tensiones internas de su administración y su enfoque pragmático en la política exterior, donde combina un tono conciliador en cuanto a la situación en Ucrania con ambiciosas demandas territoriales en otras partes del mundo.

Mientras el presidente parece estar dispuesto a explorar vías diplomáticas para lograr la paz en Ucrania, sus intervenciones sobre Groenlandia y el Canal de Panamá muestran que su visión para el futuro sigue siendo expansiva y, en ocasiones, polémica.

Las palabras de Trump sobre la paz en Ucrania pueden interpretarse como una apertura a la diplomacia, pero sus amenazas territoriales y su postura desafiante continúan siendo un sello distintivo de su liderazgo, lo que sugiere que el futuro de su política exterior estará marcado por un constante tira y afloja entre la negociación y la confrontación.

Crédito fotográfico: Win McNamee/AP


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