EE.UU: Trump firma orden ejecutiva para desmantelar el Departamento de Educación

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THE LATIN VOX (21 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.

En una movida sin precedentes, el presidente Donald Trump ha firmado una orden ejecutiva para iniciar el desmantelamiento del Departamento de Educación de los Estados Unidos, en un intento aparente de evitar la necesidad de aprobación del Congreso.

La medida ha sido recibida con fuertes críticas por parte de legisladores demócratas y defensores de la educación pública, quienes advierten que podría poner en riesgo a millones de estudiantes y familias de bajos ingresos.

Un intento de devolver la educación a los Estados

Durante la ceremonia de firma en la Casa Blanca, Trump declaró que su intención es «devolver la educación a los Estados». Argumentó que, a pesar de que el presupuesto del departamento ha más que duplicado en los últimos años, los resultados de las pruebas nacionales no han mejorado. «Vamos a cerrarlo lo más rápido posible. No nos está haciendo ningún bien», afirmó el mandatario.

La orden ejecutiva instruye a la secretaria de Educación, Linda McMahon, a tomar todas las medidas necesarias para cerrar las funciones clave del departamento. Trump también insinuó que podría buscar la aprobación del Congreso en el futuro para clausurar oficialmente la agencia federal.

Impacto en los programas educativos

A pesar de que la Casa Blanca ha asegurado que los programas de becas y préstamos federales, como el Título I (18.4 mil millones de dólares para escuelas de bajos recursos) y el programa IDEA (15.5 mil millones para estudiantes con discapacidades), no serán afectados, persisten dudas sobre cómo se logrará reducir el presupuesto sin tocar estas iniciativas.

La administración de Trump ya había tomado medidas previas para debilitar la autoridad del Departamento de Educación, reduciendo su personal en casi un 50% y cancelando decenas de subvenciones y contratos.

Un plan alineado con la agenda conservadora

La idea de cerrar el Departamento de Educación no es nueva. Desde la década de 1980, algunos republicanos han propuesto esta iniciativa, pero en los últimos años ha cobrado más fuerza dentro del ala conservadora pro-Trump. El plan sigue la línea de «Proyecto 2025» de la Fundación Heritage, que busca transformar el gobierno federal y convertir al Departamento de Educación en una simple agencia de recopilación de estadísticas.

La administración de Trump también ha impulsado el uso de «vales escolares» para permitir que los fondos públicos se destinen a la educación privada, así como la implementación de «políticas de derechos de los padres». Además, ha promovido la eliminación de programas de diversidad, equidad e inclusión, y ha revivido la «Comisión 1776» para fomentar una educación patriótica en las escuelas.

Reacción y consecuencias políticas

Los demócratas han reaccionado con indignación ante la orden ejecutiva, calificándola de un intento inconstitucional de eludir la aprobación del Congreso. Hakeem Jeffries, líder de la minoría en la Cámara de Representantes, advirtió que «cerrar el Departamento de Educación perjudicará a millones de niños, aumentará el tamaño de las clases, reducirá los programas de educación especial y hará que la universidad sea aún más costosa».

El congresista demócrata Maxwell Frost también denunció la medida, señalando que «la administración Trump no tiene el poder constitucional para eliminar el Departamento de Educación sin el consentimiento del Congreso, pero lo que harán es desfinanciarlo y desestabilizarlo para generar caos y avanzar en su agenda extremista».

Por otro lado, algunos republicanos han respaldado la idea de redistribuir fondos a los Estados en forma de subvenciones no etiquetadas, permitiendo que cada estado decida cómo asignar los recursos a estudiantes de bajos ingresos o con discapacidades. También se han propuesto recortes en programas que no afectan directamente a los estudiantes, como la capacitación docente.

Un cambio drástico en la educación estadounidense

El futuro del Departamento de Educación y sus programas aún es incierto, pero la orden ejecutiva de Trump marca un punto de inflexión en la política educativa de EE.UU. Si bien es posible que el Congreso bloquee un intento formal de clausura, las acciones administrativas podrían debilitar significativamente la agencia y transformar el sistema educativo en los próximos años.

La decisión de Trump no solo refleja una visión conservadora de la educación, sino también una estrategia política para movilizar a su base en un contexto de creciente polarización en el país.

Crédito fotográfico: CNBC


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