THE LATIN VOX (25 de agosto del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La tensión política en Estados Unidos se intensificó este fin de semana tras conocerse que la Casa Blanca prepara un plan para desplegar tropas de la Guardia Nacional en Chicago, una medida que ha sido calificada por líderes demócratas como un abuso de poder y una amenaza al orden constitucional.
Un funcionario del Pentágono confirmó a ABC News que los planes están en marcha, aunque evitó precisar detalles sobre su alcance. “El Departamento de Defensa es una organización de planificación que trabaja de manera constante con otras agencias para proteger activos y personal federal”, señaló.
Demócratas acusan a Trump de “fabricar una crisis”
El líder de la minoría demócrata en la Cámara de Representantes, Hakeem Jeffries, acusó al presidente Donald Trump de “fabricar una crisis” con el objetivo de justificar la intervención federal en ciudades gobernadas por demócratas. “No podemos permitir que juegue con la vida de los estadounidenses para distraer la atención de su impopularidad”, dijo Jeffries en una entrevista con CNN.
La decisión también fue rechazada por el gobernador de Illinois, JB Pritzker, quien advirtió que la Casa Blanca no ha solicitado ni recibido autorización del estado para enviar tropas, y por el alcalde de Chicago, Brandon Johnson, que calificó la iniciativa como “la violación más flagrante de la Constitución en el siglo XXI”.
El argumento de la seguridad y las cifras de la criminalidad
Trump ha defendido su plan argumentando que ciudades como Chicago viven “fuera de control” por la violencia armada, la inmigración y la falta de vivienda. “La gente en Chicago está gritando para que vayamos”, afirmó el mandatario el viernes en la Oficina Oval.
Sin embargo, datos oficiales contradicen esa narrativa: las cifras de la policía local muestran que los tiroteos en Chicago han caído cerca de un 40% en el último año, mientras que en Washington, ciudad donde ya patrullan tropas federales, el índice de crímenes violentos también ha disminuido de forma sostenida.
Una estrategia política bajo la lupa
El plan de Trump contempla la movilización de hasta 1.700 efectivos de la Guardia Nacional en 19 estados, la mayoría con gobiernos republicanos, para apoyar a la agencia de inmigración ICE en labores logísticas y administrativas.
Pero las ciudades señaladas por el presidente –Chicago, Nueva York, Baltimore, Los Ángeles y Oakland, entre otras– tienen algo en común: son de mayoría demócrata y cuentan con alcaldes afroamericanos. Este hecho ha alimentado acusaciones de que la iniciativa responde más a una estrategia política que a necesidades de seguridad pública.
Incluso el exalcalde de Chicago y exjefe de gabinete de Barack Obama, Rahm Emanuel, criticó la medida: “Trump nunca ha enviado tropas al extranjero, solo a ciudades estadounidenses. En vez de tratarnos como una ciudad ocupada, debería trabajar con las autoridades locales en soluciones reales de seguridad”.
Un nuevo frente de batalla institucional
El despliegue de tropas federales en territorio estatal sin el consentimiento de los gobernadores es una práctica excepcional y polémica en la historia de Estados Unidos. Si la Casa Blanca insiste en avanzar con la medida, se abriría un nuevo choque de poderes entre el Gobierno federal y las autoridades estatales, con posibles batallas judiciales que podrían marcar un precedente histórico.
Mientras tanto, en Chicago, las autoridades locales insisten en que el descenso de la violencia muestra que sus propias políticas están funcionando, y que la llegada de tropas federales no solo es innecesaria, sino que amenaza con erosionar la confianza entre las comunidades y las fuerzas del orden.
Crédito fotográfico: NPR/ SAUL LOEB/AFP via Getty Images