THE LATIN VOX (13 de julio del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
En un giro que amenaza con desencadenar una nueva guerra comercial global, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este sábado la imposición de aranceles del 30% a todos los productos importados desde la Unión Europea y México, a partir del 1 de agosto.
La medida, publicada directamente en su red Truth Social, ha sacudido los cimientos del comercio transatlántico y generado una respuesta de alerta en Bruselas y la Ciudad de México.
Lo que parecía una negociación comercial en su fase final terminó convertido en una escalada repentina.
Solo días antes, representantes de la UE y el negociador estadounidense Jamieson Greer habían presentado un principio de acuerdo con un arancel del 10%, ya de por sí cinco veces mayor que los niveles pre-Trump. El anuncio unilateral de un aumento al 30% dejó a diplomáticos europeos perplejos y sin margen de reacción inmediata.
Bruselas amenaza con represalias
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó la medida como «una interrupción grave de las cadenas de suministro transatlánticas, perjudicando a empresas, consumidores y pacientes en ambos lados del Atlántico».
Aunque Bruselas mantiene la puerta abierta para seguir negociando antes del 1 de agosto, también advirtió que está lista para aplicar contramedidas proporcionales, congeladas desde abril y valoradas en 21.000 millones de euros (24.600 millones de dólares).
“Este no es el comportamiento de un socio comercial fiable”, declaró Bernd Lange, presidente de la Comisión de Comercio del Parlamento Europeo. “El incremento de aranceles de forma tan abrupta es una bofetada a los meses de diálogo”.
El presidente francés, Emmanuel Macron, pidió a la UE «defender con firmeza sus intereses», mientras que la canciller alemana de Economía, Katherina Reiche, instó a mantener una actitud «pragmática» en las negociaciones. Por su parte, la primera ministra italiana, Giorgia Meloni, llamó a evitar una «polarización peligrosa», pero advirtió que se necesitan señales claras de respeto mutuo.
México busca entendimiento, pero rechaza presiones
Desde Sonora, la presidenta mexicana Claudia Sheinbaum afirmó estar convencida de que aún es posible evitar la entrada en vigor de los aranceles a través del diálogo. “México siempre ha demostrado voluntad de cooperación, pero nuestra soberanía no es negociable”, declaró.
En su carta dirigida a Sheinbaum, Trump reconoció el esfuerzo mexicano para reducir los flujos migratorios y el tráfico de fentanilo, pero acusó al país de no hacer lo suficiente para evitar que “Norteamérica se convierta en un parque de juegos del narcotráfico”.
La imposición de los aranceles se interpreta por analistas como un intento de Trump de capitalizar políticamente una narrativa de firmeza comercial, aún a costa de relaciones estratégicas con socios clave.
Una táctica conocida, consecuencias imprevisibles
Trump, quien ya durante su primer mandato aplicó tarifas a aliados bajo el argumento de «seguridad nacional», justifica esta nueva ofensiva por los «persistentes desequilibrios comerciales» y lo que llama «relaciones no recíprocas». Sin embargo, expertos advierten que los nuevos aranceles podrían terminar perjudicando más a consumidores y empresas estadounidenses que a sus socios.
“El presidente está imponiendo impuestos a sus propios ciudadanos”, dijo Douglas Holtz-Eakin, exdirector de la Oficina de Presupuesto del Congreso. “Estas cartas no son una estrategia de negociación seria, son un llamado de atención desesperado”.
La medida amenaza especialmente a productos europeos de bajo margen comercial y alto valor simbólico: chocolate belga, mantequilla irlandesa, aceite de oliva italiano, entre otros, podrían volverse significativamente más caros en los supermercados estadounidenses.
¿Camino al colapso del orden comercial?
La decisión llega tras una semana caótica, en la que Trump alternó entre extender plazos y lanzar amenazas. A pesar de sus mensajes contradictorios —primero calificando a la UE como “muy dura” y luego como “muy amable”—, los diplomáticos europeos ven un patrón: el presidente busca presión mediática, no acuerdos sostenibles.
Además de la UE y México, los nuevos aranceles también se extenderían a otros grandes socios como Japón, Corea del Sur y Brasil. El presidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva minimizó el impacto, pero criticó el estilo de Trump: “Podría haber llamado, pero prefirió publicar un anuncio en su sitio web. Es una falta de respeto que ya es su costumbre”.
Lo que sigue
La Unión Europea se reunirá este lunes para definir su respuesta. Se espera que se active una primera ronda de represalias comerciales de forma inmediata y se evalúe una segunda lista si Trump no retrocede antes del 1 de agosto.
Mientras tanto, los mercados observan con creciente inquietud la posibilidad de una escalada comercial global. El mundo, una vez más, se encuentra en vilo ante la imprevisibilidad de la política comercial estadounidense bajo Trump.
Crédito fotográfico: EVELYN HOCKSTEIN/REUTERS