THE LATIN VOX (16 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un movimiento que ha sacudido el panorama mediático y político de Estados Unidos, el presidente Donald Trump ha redoblado sus ataques contra los medios de comunicación, calificando a CNN y MSNBC de «ilegales» y ordenando la eliminación de la Agencia de Medios Globales de EE.UU. (USAGM, por sus siglas en inglés), la entidad matriz de Voice of America (VoA). Este anuncio ha generado alarma entre defensores de la libertad de prensa y periodistas a nivel internacional.
Durante un discurso en el Departamento de Justicia el pasado viernes, Trump arremetió contra la prensa, alegando que CNN y MSNBC actúan como «brazos políticos del Partido Demócrata» y que su cobertura negativa hacia él constituye una acción «corrupta e ilegal». «Lo que hacen es ilegal», declaró, sugiriendo que debería prohibirse por ley la cobertura mediática que, según él, influye en jueces y afecta el estado de derecho.
El impacto en Voice of America
El sábado, en una decisión sin precedentes, periodistas de Voice of America fueron puestos en «licencia administrativa con sueldo y beneficios completos hasta nuevo aviso», según un memo interno obtenido por The Hill. Esta medida se produce un día después de que Trump firmara una orden para desmantelar la USAGM y otras seis agencias federales.
Además, VoA anunció la rescisión de contratos con agencias noticiosas como Associated Press, Reuters y Agence France-Presse, instruyendo a sus periodistas a dejar de usar material de estos servicios de noticias.
Kari Lake, la polémica exlocutora convertida en política republicana y aliada de Trump, quien fue designada para dirigir VoA, justificó la decisión alegando que generaría un ahorro de 53 millones de dólares. «No deberíamos estar pagando a organizaciones de noticias externas para que nos digan cuál es la noticia», sostuvo.
Restricciones a la prensa en la Casa Blanca
Las tensiones entre los medios de comunicación y la administración Trump han aumentado drásticamente en las últimas semanas. En un movimiento controvertido, la Casa Blanca retiró el control de la agrupación de prensa presidencial a la Asociación de Corresponsales de la Casa Blanca, trasladando la selección de reporteros a funcionarios gubernamentales.
Esta decisión se suma a un enfrentamiento con Associated Press, que fue excluida del acceso a la Oficina Oval y al Air Force One tras negarse a adoptar el término «Golfo de América» en lugar de «Golfo de México» en su manual de estilo.
En una demanda judicial contra la prohibición impuesta por la Casa Blanca, el abogado de AP, Charles Tobin, argumentó que la medida plantea «un problema constitucional». Sin embargo, Trump defendió la decisión afirmando que el acceso presidencial «es un privilegio, no un derecho legal» y declaró que mantendrá la restricción «hasta que acepten que es el Golfo de América».
Preocupaciones internacionales sobre la libertad de prensa
El drástico giro en la política de medios de la administración Trump ha provocado una ola de reacciones de organismos de derechos humanos y asociaciones periodísticas a nivel global. La Sociedad Interamericana de Prensa y Reporteros Sin Fronteras han condenado estas acciones, calificándolas de «un ataque frontal contra la libertad de prensa».
A medida que se intensifican los ataques de Trump contra los medios, la preocupación por el futuro del periodismo libre en EE.UU. crece. Los observadores advierten que la eliminación de agencias de noticias gubernamentales, el silenciamiento de reporteros y la manipulación de la información podrían sentar un peligroso precedente para la democracia estadounidense y la libertad de expresión a nivel mundial.
Crédito fotográfico: The New York Times