THE LATIN VOX (23 de noviembre del 2024).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
Donald Trump ha nombrado a Scott Bessent, un inversor de fondos de cobertura y antiguo profesor de la Universidad de Yale, como su candidato para ocupar el cargo de Secretario del Tesoro de Estados Unidos. Este puesto, considerado uno de los más poderosos en la capital estadounidense, tiene una influencia significativa sobre la economía más grande del mundo, así como sobre los mercados financieros globales.
Bessent, de 62 años, llega a esta posición con un perfil notablemente distinto al de sus predecesores. Con una carrera destacada en el sector privado, especialmente en el mundo de las inversiones de alto riesgo, Bessent ha abogado por reformas fiscales y desregulación económica para estimular el crédito bancario y la producción energética. Su visión económica ha sido clara: un entorno de menor regulación que favorezca el crecimiento y reduzca las barreras para la inversión.
En un artículo reciente para The Wall Street Journal, Bessent sostuvo que la victoria electoral de Trump en 2016 había sido un reflejo de las expectativas de los inversores en cuanto a un mayor crecimiento económico, menor volatilidad y una inflación controlada.
Con este nombramiento, Bessent se une a una larga lista de figuras del ámbito financiero que han ocupado este puesto clave, como Robert Rubin, Hank Paulson y Steven Mnuchin, el primer Secretario del Tesoro de Trump. Janet Yellen, la actual titular del cargo y primera mujer en desempeñarlo, previamente presidió la Reserva Federal y el Consejo de Asesores Económicos de la Casa Blanca. Como Secretario del Tesoro, Bessent asumiría la responsabilidad de administrar la economía estadounidense a través de la recaudación fiscal, el pago de deudas nacionales y la regulación financiera, además de manejar crisis financieras y sanciones económicas internacionales.
Desafíos y oportunidades
La presidencia de Trump ya ha sido marcada por una política fiscal expansiva, y Bessent enfrentará un desafío significativo al gestionar los crecientes déficits federales, que se espera que aumenten en casi $8 billones de dólares durante la próxima década. Esta expansión del déficit es consecuencia de los planes de Trump de extender los recortes fiscales y proporcionar nuevos beneficios fiscales, incluyendo la eliminación de impuestos sobre los ingresos de la Seguridad Social. Sin contrapartidas en los ingresos, el nuevo endeudamiento podría llevar a un aumento insostenible de la deuda nacional, que se prevé que alcance los $22 billones para 2033.
Sin embargo, Bessent y sus aliados argumentan que la agenda de Trump puede generar un crecimiento económico suficientemente fuerte como para aumentar los ingresos fiscales y mantener la confianza de los mercados financieros. La capacidad de gestionar esta deuda sin causar inestabilidad en los mercados será una de las tareas más complicadas para el nuevo Secretario del Tesoro.
Otro desafío importante será la política exterior, particularmente en relación con la guerra en Ucrania. Bessent heredará de Yellen la responsabilidad de liderar los esfuerzos del G7 para proporcionar miles de millones de dólares en apoyo económico a Ucrania, mientras se intensifican las sanciones a Rusia. Sin embargo, dado el enfoque de Trump en poner fin al conflicto rápidamente y retirar el apoyo financiero de Estados Unidos a Ucrania, aún no está claro si Bessent continuará con esta política o tomará un rumbo diferente.
Diferencias con Yellen en política climática
Uno de los puntos de mayor diferencia entre Bessent y su predecesora será el enfoque hacia el cambio climático. Yellen ha centrado parte de su mandato en la transición hacia una economía más verde, impulsando préstamos para energías limpias y regulaciones financieras que integran riesgos climáticos. En contraste, Trump ha sido un escéptico del cambio climático, y su administración ha prometido aumentar la producción de energía fósil en EE. UU. y eliminar los subsidios a las energías renovables establecidos bajo la Ley de Reducción de la Inflación de 2022, impulsada por el presidente Joe Biden.
Un cambio en la ruta económica
Bessent, al igual que Trump, es un firme defensor de políticas que promuevan un mayor control sobre la economía estadounidense, en particular a través de medidas proteccionistas como los aranceles. Esto podría generar tensiones con socios comerciales internacionales, que ya temen las consecuencias de una política comercial agresiva y de aislamiento económico. Wall Street y las principales bolsas de valores estarán observando de cerca cómo se implementan estas políticas, ya que los mercados suelen reaccionar con volatilidad ante la incertidumbre sobre las políticas comerciales.
Con este nombramiento, Trump continúa con su enfoque de rodearse de figuras leales y con visiones económicas que coinciden con sus políticas de «América Primero». Bessent no es un funcionario gubernamental tradicional, pero su enfoque empresarial y sus opiniones sobre la economía podrían tener un impacto significativo en el futuro económico de Estados Unidos y en su papel en el sistema financiero global.
Este nombramiento es solo el último de una serie de decisiones clave mientras Trump configura su administración para un segundo mandato. La combinación de su enfoque fiscal, su escepticismo hacia el cambio climático y su inclinación por políticas económicas nacionales más aislacionistas podría definir el rumbo de la economía estadounidense en los próximos años. El tiempo dirá si Bessent, con su experiencia en los mercados y su visión de desregulación, podrá manejar las complejidades de un cargo tan crucial para el bienestar económico de Estados Unidos y el mundo.
Crédito fotográfico: Matt Kelley/The Associated Press