THE LATIN VOX (3 de octubre del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
En un giro inesperado que podría marcar un punto de inflexión en la guerra de casi dos años en Gaza, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ordenó este viernes a Israel “detener de inmediato” los bombardeos contra la Franja, después de que Hamas aceptara parcialmente su propuesta de paz.
El grupo palestino anunció su disposición a liberar a todos los rehenes israelíes a cambio de prisioneros palestinos y a entregar la administración de Gaza a un gobierno de tecnócratas independientes, respaldado por un consenso nacional palestino y apoyado por países árabes e islámicos.
Sin embargo, dejó en claro que otros puntos del plan aún requieren negociación, en particular el desarme de sus milicias y la retirada gradual de las fuerzas israelíes.
Trump celebró la respuesta como una señal de que “Hamas está listo para una paz duradera”, y reiteró en su red social Truth Social que “Israel debe detener inmediatamente los bombardeos para poder sacar a los rehenes de manera rápida y segura”. Añadió que este proceso no es solo sobre Gaza, “sino sobre una paz largamente esperada en Oriente Medio”.
Un plan polémico
El proyecto de Trump, presentado el lunes, contempla un cese inmediato de las hostilidades, la liberación de los rehenes y prisioneros en un plazo de 72 horas, la llegada masiva de ayuda humanitaria, la reconstrucción de Gaza y, eventualmente, el desarme de Hamas.
La propuesta, según analistas, otorga más concesiones a Israel que a la facción palestina y podría significar el fin de Hamas como actor armado en la región.
Aún así, la aceptación de entregar a los 48 rehenes —un recurso clave de presión para Hamas durante la guerra— se interpreta como un gesto significativo y posiblemente irreversible.
Reacciones internacionales
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Catar saludó la respuesta de Hamas y anunció que, junto con Egipto, ya trabaja en coordinación con Washington para afinar los términos del acuerdo. Otros gobiernos árabes también han mostrado respaldo a la iniciativa, presionando a las partes a alcanzar un alto el fuego.
Mientras tanto, el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, enfrenta la disyuntiva de aceptar la orden directa de Trump, quien es visto como el único líder con suficiente influencia para forzar a Israel a detener la ofensiva militar.
Crisis humanitaria sin precedentes
La urgencia del acuerdo se enmarca en una catástrofe humanitaria que, según la autoridad sanitaria de Gaza, ha dejado más de 60,000 palestinos muertos y unos 170,000 heridos desde el inicio de la ofensiva israelí en octubre de 2023. La guerra comenzó tras el ataque de Hamas en suelo israelí que dejó 1,200 muertos y 251 rehenes.
Con gran parte de la Franja reducida a escombros, bloqueada por la falta de alimentos y combustible, y bajo bombardeos diarios, la presión internacional para poner fin al conflicto es más fuerte que nunca.
La aceptación parcial de Hamas, combinada con la inusual orden de Trump a Israel, acerca a las partes a un posible cese de fuego. Sin embargo, las incógnitas sobre el desarme, la retirada israelí y las garantías de seguridad podrían determinar si este momento se convierte en el inicio de la paz o en un nuevo episodio de frustración diplomática.
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