
THE LATIN VOX (14 de marzo del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz
La administración de Donald Trump ha dado instrucciones al Pentágono para que explore opciones militares con el fin de garantizar que Estados Unidos tenga acceso «sin restricciones» al Canal de Panamá, una de las vías navegables más estratégicamente importantes del mundo.
Este movimiento ha generado preocupación y especulaciones sobre las intenciones de la administración estadounidense, ya que se considera que la propuesta podría tener implicaciones significativas para las relaciones internacionales y la seguridad regional.
El Canal de Panamá: Un activo estratégico clave
El Canal de Panamá, ubicado en el istmo que conecta América del Norte con América del Sur, ha sido un componente vital para el comercio global desde su inauguración en 1914. Durante más de un siglo, ha sido de gran interés para diversas potencias mundiales, dada su posición estratégica como una de las principales rutas comerciales.
Aunque el control del canal fue transferido a Panamá en 1999, la administración Trump ha manifestado repetidamente su deseo de «recuperarlo», citando preocupaciones sobre la influencia de China en la región.
El presidente Trump ha afirmado, sin presentar pruebas, que China controla el canal y podría usar esta vía para socavar los intereses estadounidenses. Sin embargo, las autoridades panameñas han desmentido tales afirmaciones, asegurando que el canal está completamente bajo control de Panamá.
Ilya Espino de Marotta, subadministradora del Canal de Panamá, dejó claro en declaraciones recientes que “el canal lo administran los panameños al 100%” y que no hay ninguna gestión china sobre el mismo.
La nueva directiva del Pentágono
Según funcionarios del gobierno de Estados Unidos, la nueva directiva de seguridad nacional solicitada por la Casa Blanca pide al Pentágono que explore varias opciones para garantizar el acceso sin restricciones al canal.
Un documento interno, que se describe como una guía provisional de seguridad nacional, señala que la administración quiere mantener un acceso prioritario y seguro para la navegación en el canal. Aunque no se detallan acciones específicas, los funcionarios mencionaron que las opciones incluyen fortalecer las relaciones con el ejército de Panamá para asegurar la cooperación mutua.
El Pentágono, por su parte, ha mantenido silencio sobre los detalles de la solicitud, lo que deja en el aire las posibles medidas a tomar. Sin embargo, la idea de crear alternativas militares para garantizar el acceso a un territorio soberano como Panamá podría tener repercusiones diplomáticas graves.
El contexto histórico y las implicaciones internacionales
La historia del Canal de Panamá está marcada por la intervención de Estados Unidos en la construcción y administración del canal a principios del siglo XX. A través de un tratado firmado en 1979 bajo la administración de Jimmy Carter, Estados Unidos acordó transferir el control total del canal a Panamá a finales de 1999. Desde entonces, las relaciones entre ambos países se han regido por acuerdos de cooperación, incluidos mecanismos para defender la neutralidad del canal frente a posibles amenazas.
El actual enfoque de la administración Trump parece contradecir este acuerdo, al sugerir que Estados Unidos debería tener una participación más activa en la gestión del canal.
Sin embargo, cualquier intento de intervención militar para tomar el control del canal sería, sin lugar a dudas, una violación del derecho internacional, y podría desencadenar una crisis diplomática con Panamá, así como con otros actores internacionales.
Reacciones y respuestas internacionales
Las declaraciones de Trump sobre la necesidad de «recuperar» el Canal de Panamá no han pasado desapercibidas. El gobierno panameño ha reiterado en varias ocasiones que el canal es una entidad autónoma y que no está bajo influencia de ninguna potencia extranjera, incluida China.
Además, las autoridades panameñas han subrayado que el país se ha comprometido a defender la neutralidad del canal en cooperación con Estados Unidos, tal como lo establece el tratado de 1979.
En cuanto a las acusaciones de que China podría estar involucrada en la gestión del canal, las autoridades chinas también han respondido negando cualquier vínculo con la administración de la vía navegable. Pekín ha insistido en que cualquier intento de crear tensiones en la región es un reflejo de intereses geopolíticos más amplios y no de una intervención real de China.
¿Qué depara el futuro?
El futuro del Canal de Panamá, y su relación con Estados Unidos, se encuentra en una encrucijada. Aunque es improbable que el Pentágono implemente medidas militares para apoderarse del canal, la solicitud de opciones para «garantizar el acceso sin restricciones» refleja una creciente preocupación por el control de rutas comerciales clave.
Además, la situación deja abierta la posibilidad de que las tensiones entre Estados Unidos y Panamá se intensifiquen, afectando no solo a la región, sino también a la estabilidad de las relaciones diplomáticas internacionales.
En última instancia, la propuesta de Trump resalta el poder estratégico de esta vía fluvial, y pone de manifiesto las dinámicas complejas que rodean la política global, el control de recursos vitales y la diplomacia internacional en un mundo cada vez más multipolar.
Crédito fotográfico: NBC News