
THE LATIN VOX (18 de enero del 2025).- Por Francisco Javier Valdiviezo Cruz.
La administración entrante de Donald Trump tiene previsto llevar a cabo una de las mayores redadas de inmigración de la historia de los Estados Unidos, con Chicago como escenario central de la operación.
Según informes del Wall Street Journal, entre 100 y 200 agentes de la Oficina de Inmigración y Control de Aduanas (ICE, por sus siglas en inglés) serán desplegados en la ciudad a partir del martes, el segundo día de la nueva presidencia de Trump.
Este movimiento refleja una de las promesas más destacadas de la campaña de Trump, que se centró en la inmigración como uno de sus pilares clave. La redada, que se espera dure toda la semana, no solo marcaría el inicio de su mandato, sino que también podría ser un presagio de futuras operaciones a nivel nacional.
Aunque el equipo de transición de Trump no ha confirmado oficialmente los detalles, fuentes cercanas a los planes han indicado que ICE llevará a cabo operaciones de deportación en varias ciudades del país, con un énfasis particular en las grandes urbes.
El desafío de la Administración Trump a Chicago
Tom Homan, quien asumirá el cargo de zar de la frontera en la administración de Trump, declaró en un evento en Chicago que la ciudad sería uno de los principales focos de la operación. “Vamos a comenzar justo aquí, en Chicago, Illinois”, afirmó Homan, un claro mensaje de que la ciudad, con una gran población inmigrante, se convertirá en un punto clave para la nueva política de inmigración del gobierno.
El desafío no solo es a nivel federal. Chicago, como muchas otras ciudades estadounidenses, se ha declarado como una «ciudad santuario», es decir, un lugar que limita la cooperación con las autoridades federales en cuestiones de inmigración. Esto ha generado tensiones con el gobierno federal, que ha presionado a las autoridades locales para que colaboren en la implementación de las políticas de deportación.
El tono de Homan fue directo: “Si el alcalde de Chicago no quiere ayudar, puede apartarse. Pero si nos impide actuar, si sabe que está albergando o encubriendo a un inmigrante ilegal, lo procesaré”, advirtió, lo que añade una nueva capa de conflicto entre las autoridades locales y el gobierno federal.
La inmigración en el centro de la Agenda Trump
Desde su primer mandato, Trump ha hecho de la inmigración uno de los temas más polémicos de su presidencia. Con promesas de deportar a millones de inmigrantes y reforzar las fronteras, su retórica y políticas han estado marcadas por un enfoque estrictamente antiinmigrante.
El anuncio de esta gran operación de deportación llega apenas unas horas después de su toma de posesión, mostrando que el tema no solo sigue siendo central en su agenda, sino que se intensificará en su segundo mandato.
Durante la campaña electoral de 2024, Trump ya había dejado claro que, al asumir nuevamente la presidencia, pondría en marcha «la operación de deportación más grande en la historia de Estados Unidos».
Con la movilización de agencias gubernamentales y un enfoque agresivo sobre las jurisdicciones que se niegan a cooperar, el objetivo de la administración es deportar un número récord de inmigrantes, muchos de ellos indocumentados.
Reacciones y consecuencias
El plan de Trump ha provocado reacciones encontradas. Los defensores de los derechos de los inmigrantes y las autoridades locales, especialmente en ciudades como Chicago, se han opuesto vehementemente a lo que consideran una violación de los derechos humanos y una persecución de comunidades vulnerables.
Las organizaciones de defensa de los inmigrantes advierten que estas redadas solo servirán para sembrar el miedo y la desconfianza, afectando a las comunidades inmigrantes que ya enfrentan desafíos diarios.
Por otro lado, los partidarios de Trump ven en este tipo de operaciones una oportunidad para cumplir con las promesas electorales y frenar lo que consideran una «crisis de inmigración». La presión sobre las llamadas «ciudades santuario» podría intensificarse, ya que el gobierno federal buscará imponer sanciones a aquellas jurisdicciones que se nieguen a colaborar en las operaciones de deportación.
Impacto en la comunidad inmigrante
La comunidad inmigrante, especialmente aquellos que residen en ciudades como Chicago, está preocupada por el impacto inmediato de estas redadas. La incertidumbre sobre la seguridad de los inmigrantes y el miedo a la separación de familias se apodera de muchos. Las redadas de ICE en el pasado ya han dejado una marca en diversas comunidades, y con el refuerzo de las operaciones, el temor podría aumentar aún más.
Con la administración de Trump enfocada en su «agenda de inmigración», el futuro de millones de inmigrantes en Estados Unidos parece estar en un delicado equilibrio, mientras las autoridades locales, organizaciones de derechos civiles y defensores de los inmigrantes continúan luchando para proteger los derechos de aquellos que llaman a Estados Unidos su hogar.
La gran redada de inmigración que se avecina en Chicago, programada para el martes, es solo el inicio de lo que promete ser una intensificación de las políticas migratorias de la administración Trump. Con un enfoque claro en las ciudades santuario y un fuerte mensaje de confrontación hacia los gobiernos locales que se resisten a cooperar, el segundo mandato de Trump podría redefinir la manera en que Estados Unidos maneja la inmigración.
La pregunta que queda es si esta operación marcará el comienzo de un ciclo de mayor división o si, por el contrario, provocará una nueva ola de resistencia y reformas en la política migratoria del país.
Crédito fotográfico: Al Día News